Vecinos de toda la comarca acudieron al puerto de Lorbé con el hambre de 2020 y de este año juntos, con tal ansia por la centolla que no pudieron disfrutar el año pasado por el Covid que a las cinco horas de iniciarse las Xornadas Gastronómicas ya se habían agotado las existencias. Se abrieron los puestos de venta a las diez de la mañana y a las tres de la tarde ya estaba todo vendido aunque en principio el horario era hasta las seis, por lo que todos los que siguieron viniendo tuvieron que regresar a su casa con las manos vacías y la desilusión en la cara. El domingo estaba prevista la segunda jornada en el mismo horario pero la Cofradía de Pescadores tuvo que anularlo porque no tiene nada que vender.

“Había muchas ganas de centola, no contábamos con esto, ha sido una invasión de gente, ha sido increíble”, explicó el presidente de la cofradía, Emilio Méndez, que aprovechó para anunciar que esta semana la flota de Lorbé irá a por más piezas para repetir la jornada gastronómica el próximo sábado día 20 en el mismo horario, de 10.00 a 20.00 horas.

Las centollas se cuecen en el mismo puerto, bajo una carpa, y se dispensan en un polispán a un precio de 16 euros, con posibilidad de llevarse también una botella de Albariño. A la jornada acudió, como solía hacer todos los años, la conselleira do Mar, Rosa Quintana, que charló con los marineros y fue mirando cómo cocían las piezas. Quintana apuntó que la campaña de este crustáceo registró este año “los mejores resultados de la última década con más de 650 toneladas comercializadas”. La de Lorbé además ha logrado mucha fama tras sus fiestas gastronómicas.

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Fiesta de la centolla en Lorbe Carlos Pardellas

A pesar del aluvión de gente en coche a coger centola no se registraron excesivos atascos en el puerto. La cofradía aprovechó para recordar que el proyecto de la vía ártabra recoge dos actuaciones que una década después aún están sin hacer: continuar el vial hasta la misma dársena y construir un aparcamiento. En la Festa da Centola de 2018 hubo que cortar el carril de subida de la ártabra para dedicarlo exclusivamente a estacionamiento, usando la vieja rúa do Portelo, ante el aluvión de visitantes. El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, volvió a reclamar también estas obras la pasada semana.

El plan director de Portos de Galicia también preveía en 2009 un puerto deportivo en Lorbé, que tampoco se hizo nunca. En el documento se planteaban 290 amarres e incluso una marina seca.