La Consellería de Infraestruturas ha sacado a contratación por casi 320.000 euros la construcción de una senda peatonal y ciclista al borde de la carretera autonómica AC-213 en A Telva, entre O Burgo y el polígono de Alvedro. Será un itinerario de 680 metros de longitud al borde del río Mero. En esta zona existen aceras excepto en un tramo en la zona donde se encuentra la planta de tratamiento de agua de A Telva, que gestiona Emalcsa.

La construcción de esta senda, que bordeará el río Mero y el Valiñas, afecta a propietarios de once terrenos, a los que en total se les expropiarán 2.629 metros cuadrados (1.274 de ellos solo en ocupación temporal). Entre estos expropiados se encuentran cuatro empresas del polígono además de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa, que tiene un terreno de 4.053 metros cuadrados entre la carretera y el río Valiñas, al otro lado de la planta de A Telva.

Al propio Concello de Culleredo también le expropian 3.241 metros cuadrados de una franja de terreno arbolado (se talará) al borde del río Mero. De los once suelos expropiados diez están calificados como urbano industrial y solo uno es residencial.

La Xunta no obstante valora estos terrenos urbanos industriales, a efectos de indemnización por la expropiación, en solo 46.829 euros (incluido el premio de afección).

El proyecto señala que circulan al día una media de 7.016 vehículos por esta carretera AC-213 (aunque el dato es de 2011, tiene diez años). Se indica que en el tramo entre O Burgo y A Telva existe una “alta afluencia de ciclistas”, por lo que se ha incluido un carril específico para ellos.

La senda tendrá dos tramos, uno solo peatonal entre O Burgo y Os Campóns; y otro desde O Burgo hasta A Telva para bicis, hasta continuar por el itinerario ya existente en Alvedro. La plataforma a ejecutar incluye la senda de dos metros de ancho, de losa de hormigón, y el carril bici adosado, de jabre con cemento blanco.

Solo en dos puntos será necesario construir 37 metros de murete de hormigón para salvar unas diferencias de cota. Los trabajos también prevén instalar una pasarela de madera de pino tratada sobre una viga ya existente junto al río.

El proyecto incluye un plan de vigilancia ambiental debido a que se actuará al borde de dos ríos, a los que se evitará afectar. Se destaca sin embargo que no hay ninguna figura de protección de estos espacios ni ninguna especie vulnerable.

Esta obra cuenta con financiación europea y el plazo de ejecución es de ocho meses.