Los residentes en la calle Celso Emilio Ferreiro y los que pasean desde Mera hasta los faros, tienen que invadir la calzada si van por una de las aceras ya que, desde hace más de un año, existe un poste, además de un talud de tierra de una finca y varios cables colgantes, desplomados entre el arcén y la acera. Unas vallas y una cinta advierten de este obstáculo, bastante visible.