La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas ha dado luz verde definitiva a la sexta modificación de las normas subsidiarias del planeamiento de Bergondo. El Diario Oficial de Galicia aprobó ayer el anuncio previo a la entrada en vigor de la nueva normativa urbanística, que ve la luz tras más de un lustro de trámites y que actualiza el planeamiento de Bergondo, uno de los más obsoletos de la comarca, aprobado en 1992.

La modificación comenzó a tramitarse a finales de 2016 y fue aprobada inicialmente por el pleno hace tres años y provisionalmente en septiembre de 2020. La Xunta da ahora luz verde definitiva al documento, aunque con una serie de consideraciones que el Concello deberá plasmar en el documento y que afectan a la redacción de determinados artículos.

El Ayuntamiento bergondés celebró ayer la aprobación de un cambio que considera vital para dotar de seguridad jurídica a las operaciones urbanísticas, eliminando incorrecciones o contradicciones entre los artículos o con las leyes de rango superior en vigor. Las modificaciones que plantea en esta remozada normativa van más allá, afectan también a las estipulaciones sobre alturas y abren la puerta a ampliar usos, que hasta ahora debían ceñirse exclusivamente al que hubiese sido concedido por licencia.

La ampliación de usos fue esgrimida por el Gobierno local para defender la idoneidad de realizar ya cambios en las normas subsidiarias sin esperar a la aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), cuya redacción fue contratada ya en 2013 y que todavía no ha recalado en pleno para su aprobación inicial.

El Ejecutivo confía en que  esta flexibilidad en cuanto a usos dé una “segunda oportunidad” a naves fuera de ordenación que las normas subsidiarias de 1992 “abocaban sin remisión al abandono o la ruina”, Uno de los proyectos vinculados en su momento a la aprobación de este cambio urbanístico es el dirigido a reconvertir en geriátrico la fábrica de joyas de Balcarsa con la recalificación del inmueble de industrial a equipamiento social y sanitario.

La normativa entra en vigor con los plazos del plan general en el aire. El Concello adjudicó la redacción del documento a finales de 2013 a la Unión Temporal de Empresas formada por Jornet-Llop-Pastor, María Ríos Carballeira y Gabriel Jubete i Andreu.

El pliego establecía un plazo de cuatro años para la elaboración del PXOM, con la posibilidad de dos de prórroga. La alcaldesa, Alejandra Pérez Máquez, justificó inicialmente la tardanza por el retraso el disponer de una cartografía actualizada y a principios de 2019 expresaba su confianza en que el proyecto urbanístico estaría aprobado en tres años, pero a día de hoy todavía no ha recalado en pleno para su aprobación inicial.

El PXOM, contratado en 2013, todavía no se elevó a pleno para su aprobación inicial

A consulta de este diario, el Ejecutivo evitó ayer establecer plazos: “Estamos planificando la agenda con el equipo redactor para terminar de definir el documento de la propuesta de aprobación inicial”. El Concello tramita otros dos cambios en las normas, uno para la corrección de errores y otro para el ámbito comercial y residencial de San Cidre.