La comunidad educativa cullerdense lleva años sin ver colmadas sus demandas. Vecinos y Concello reclaman que se actualice la planificación educativa en el municipio, con especial atención a los chicos de las zonas rurales, algunos de los cuales deben realizar trayectos de 50 minutos para llegar a sus centros de Secundaria y, luego, para volver a sus casas. El PP autonómico, sin embargo, tumbó esta semana la propuesta del BNG de crear una mesa para replanificar la educación en el término municipal, con las miras puestas en un centro que imparta la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el rural. El Ayuntamiento pide a la Xunta que reconsidere su decisión y los vecinos estudian movilizarse, en un nuevo capítulo de protestas en materia educativa en Culleredo, con un último lustro marcado por notables cambios y demandas.

La inauguración de un nuevo centro de Secundaria, el Rego de Trabe, y la supresión de Bachillerato del instituto Universidade Laboral, hoy reconvertido Centro Integrado de Formación Profesional, fueron dos de los puntos clave en la historia reciente de una comunidad educativa que no acaba de ver colmadas sus necesidades.

El Rego de Trabe abrió sus puertas en enero de 2016. Poco más de dos años después, ya se había quedado pequeño. Se trata de un centro de línea tres —tres aulas por nivel o curso—. La Xunta resolvió la situación en los primeros años al habilitar una cuarta, pero en la primavera de 2018 anunció que suprimiría ese espacio extra para el siguiente curso y que los alumnos procedentes de centros adscritos que se quedasen fuera por insuficiencia de vacantes, se escolarizarían en el vecino instituto Rego de Trabe. La decisión no gustó a las familias y algunas advirtieron de que perdían el derecho al bus por el cambio de distancia.

A los complicados inicios del Rego de Trabe se sumaron las consecuencias de la supresión del Bachillerato en la Laboral para derivarlo al nuevo instituto, que debió asumir, además, la gestión del edificio de Mariñas, de la Laboral, para ganar espacio. Las protestas de la comunidad escolar no hicieron a la Xunta cambiar de opinión.

Sí accedió el Gobierno gallego, la pasada primavera, a la demanda del instituto nuevo de incrementar su asignación presupuestaria para el curso y de reintegrarle la inversión realizada para adecuar el edificio de Mariñas. La Jefatura Territorial y la Dirección Xeral de Centros anunciaron en mayo que se aumentarían los fondos para el Rego de Trabe en 10.000 euros con respecto a la consignación inicial de 69.319 euros, además de ingresarse 40.481 euros para reponer los gastos realizado en el inmueble que se había adherido al centro ese año.

Ahora, en un curso que arrancó con quejas por recortes en profesores especialistas para alumnos con necesidades especiales, se reaviva la protesta de los vecinos del rural por las largas distancias que separan a sus niños de las aulas de Secundaria, concentradas en la zona urbana. La Plataforma en Defensa do Ensino no Rural decidirá en asamblea las acciones que emprenderá después de que el PP tumbara en la comisión de Educación del Parlamento gallego la iniciativa del BNG que recogía sus demandas, que sí apoyó el PSOE. El Ayuntamiento insiste en su disposición a colaborar con la cesión de terrenos para un centro de Secundaria en el rural.