La construcción de una planta de residuos en la parroquia bergondesa de Lubre, en el lugar de Obra de Paño, tiene en alerta a los vecinos de este núcleo rural, que se han movilizado para combatir una actuación que consideran totalmente incompatible con el entorno. Ante esta situación, el BNG presentó una iniciativa en el Parlamento de Galicia para conocer cómo pensaba actuar la Xunta en relación a este proyecto y si era conocedora de las quejas de los residentes. La respuesta, que fue comunicada a los nacionalistas recientemente, elude pronunciarse sobre la planta y se limita a decir que el Ejecutivo autonómico “actúa de acuerdo a la legislación aplicable a través de los procedimientos administrativos habilitados al efecto” y que tiene “conocimiento de todas las alegaciones aportadas durante la tramitación del procedimiento”.

La planta está prevista en una parcela de 22.062 metros cuadrados calificada casi en su totalidad como suelo rústico y afectada por el Plan do Litoral, que incluye el ámbito en la zona de corredor ecológico por lo que a efectos de ordenación, como admite la promotora, se considerará suelo rústico de especial protección de espacios naturales. La promotora defiende que la parcela es compatible con la instalación de una planta de residuos y justifica el emplazamiento por su cercanía a los polígonos de Espíritu Santo y Bergondo.

El Concello de Bergondo apeló en sus alegaciones al impacto de esta planta de residuos en un entorno rural y en especial a los efectos adversos tanto a nivel de ruido como de emisiones en una zona en la que predomina el uso residencial.

Los vecinos denunciaron que el emplazamiento escogido por la empresa no responde a las necesidades logísticas de este tipo de actividades, sino a los intereses económicos de la compañía, al resultar “más barato” adquirir suelo rústico.