El alcalde de Oleiros junto con representantes de la empresa adjudicataria de las obras de construcción del túnel y la rotonda de Sol y Mar en la AC-12 en Perillo, además de representantes del Ministerio de Fomento, se reunieron ayer para analizar soluciones para no dejar a los residentes sin acceso a su garaje una vez que comience la fase de excavación del subsuelo, que será dentro de dos semanas. De la reunión se concluyó que será el Concello el que facilite una alternativa, aunque aún no se ha concretado. El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, aseguró este mediodía que todos los afectados serán convocados a una asamblea que se celebrará el próximo 7 de marzo a las siete y media de la tarde en A Fábrica para ser informados de la alternativa elegida para garantizarles que sus garajes no queden bloqueados durante esta fase de las obras.

García Seoane explicó que la maquinaria pesada, entre la que se encuentra una tuneladora, empezará a picar y excavar el suelo para iniciar la construcción del túnel y sus muros a partir de la semana del 7 de marzo. Por eso ese mismo día informará a los vecinos de la solución que se decida. Adelantó además que los primeros afectados son los que tienen sus garajes en edificios de la margen derecha en sentido A Coruña, es decir, los que están en la acera donde se ubica la biblioteca Rialeda. Los de la margen izquierda, en dirección A Coruña, no tendrán este problema hasta que se inicien las obras en su lado, previsiblemente a partir del próximo mes de julio.

"En la asamblea explicaremos cuándo les afectará a cada bloque de viviendas. Las obras se realizarán de veinte en veinte metros, y se dará a alternativa a los afectados de cada bloque según avancen los tramos", desde marzo hasta el próximo mes de junio, precisó el alcalde, explicando así que estos trabajos no afectarán en todo caso a todos los vecinos de forma simultánea.

Seoane señaló que cada corte de accesos a viales durará al menos dos semanas.

El primer edil oleirense además rechazó rotundamente las afirmaciones de que los buses tengan demoras de media hora debido a las colas que se forman en horas punta en las cercanías de Sol y Mar. Afirmó que las tardanzas, en horas punta son "de unos cinco o seis minutos desde que sales de A Pasaxe, y fuera de esas horas, entre dos y tres minutos".

El alcalde adelantó además que en los próximos días se pondrá la señal que indica que se reduce de dos a un carril por obras más adelantada, a la altura del radar que está en el viaducto frente a Copigal, con el objetivo de evita a "los pillos" que circulan por el carril izquierdo dirección Lugo, sabiendo que más adelante está cortado, y después ponen el intermitente para colarse en la caravana de vehículos.