Un famoso neurocirujano es asesinado y la inspectora Basauri es la encargada de la investigación. A su alrededor, una serie de personas, historias y situaciones que son hoy en día pura actualidad: la salud mental, el suicidio, la violencia de género, incluso “prácticas y actitudes eclesiásticas”. Todos estos elementos se reúnen en Cuando nada vale nada, la primera novela de Pedro Santiago, natural de Melide, vecino de Perillo y uno de los miembros del Servicio de Emergencias Municipal de Oleiros. Este “thriller de suspense” está ambientado fundamentalmente en A Coruña y su comarca y está editado por Autografía que tiene la obra en preventa. El lanzamiento oficial será el próximo 14 de marzo, fecha a partir de la que se podrá adquirir a través de plataformas y librerías.

Un efectivo de Emergencias, que socorre en incendios, accidentes, que se convierte en escritor. ¿De dónde ha sacado el tiempo?

Aprobé la oposición para bombero en A Coruña pero no conseguí plaza. Entré en Emergencias de Oleiros como interino, en verano, para la extinción de incendios y luego, hace dos años y medio, salió la plaza y la consolidé. A partir de ahí ya pude encontrar tiempo para poder escribir, que no es fácil, porque además tengo dos niños. Pero para mí era algo que quería hacer desde siempre. Tengo pasión por la lectura desde joven y ya hace diez años que me planteé la idea de que podía escribir una historia, después de leer tantas novelas policías, de suspense e intriga.

¿Cuánto tiempo le ha llevado escribirla?

Empecé con unos bocetos, esquemas, para que germinase la historia, y me empezó a gustar escribirlo. Cada día sacaba tres o cuatro horas para escribir y así estuve unos nueve o diez meses. Luego la corrección, corregir y corregir, que es lo más duro. Quitar cosas, añadir, cuadrar fechas...En total, un año. Tienes que tener fuerza de voluntad y percibir tu sueño. Después empezó otra odisea, la de publicar.

No es fácil publicar por primera vez.

Contacté con muchas agencias, editoriales grandes, pero la respuesta fue casi nula. Pero después ya logré respuesta de tres editoriales de tamaño medio que se interesaron por mi manuscrito y finalmente me decanté por Editorial Autografía y estoy muy contento con ellos.

La novela es policíaca pero toca muchos temas sensibles y actuales, como si quisiese darle un valor añadido y que no fuese solo la novela policíaca de siempre.

Sí, quería hacer algo diferente. Aunque fuese una novela policíaca, quería algo que me gustase a mí, dentro del género, pero plasmando temas que para mí son vitales, también la crítica social, porque creo que hay que dar caña. El tema de la salud mental, por ejemplo, lo trato a través de Iago, uno de los personajes que sufre un giro radical en su vida tras un accidente grave. Se habla de algo tabú como es el suicidio, cómo una persona llega a plantearse algo tan drástico. Es algo muy delicado y doloroso pero creo que no se debe ocultar porque así no deja de existir. A través de otro personaje se trata la violencia de género, una mujer que sufre acoso, su forma de gestionar este problema, cómo se han normalizado en la sociedad ciertas conductas adquiridas para las que creo que la educación es la clave. El contexto sociocultural en el que se desarrolla la trama se convierte en un protagonista más.

Tampoco falta la convivencia de idiomas.

Quería que la novela tuviese un carácter autóctono, por eso sale A Coruña y otros concellos de la comarca y de Galicia. Tenemos una tierra de la que deberíamos sentirnos más que orgullosos y también de la convivencia de idiomas.

La música aparece como otro personaje más.

De hecho una canción muy conocida, no voy a dar más datos, es una pista determinante, una prueba clave en la investigación de la inspectora Basauri. Hay alusiones a muchas letras de canciones de grupos musicales contemporáneos, adaptadas a escenas de la historia. Por eso en una de las solapas de la cubierta del libro figuran reseñas de dos artistas musicales a los que cito. Leyeron mi novela antes de la publicación. Son Aurora Beltrán, vocalista de Tahúres Zurdos; y Javi Maneiro, cantante de Herdeiros da Crus y Jabón Blue.

Ha dejado final abierto para una segunda parte, otro crimen para la inspectora Basauri.

Hice un sondeo entre treinta lectores, en la fase previa, gente conocida y no, distinta, y les hice preguntas. Además de que las críticas fueron muy positivas, tomé nota de algunas sugerencias que planteaban porque en algunos casos me hicieron pensar e incluso hacer algunos cambios. Porque al final lo que importa es que le guste al lector y él también te aporta un punto de vista. En la novela dejo abierta la posibilidad de que continúe. Son personajes fuertes, la inspectora tiene carácter. No lo descarto. Y la verdad es que me gusta escribir y me gusta cómo quedó, este libro lo quieres más después de trabajarlo tanto. Es casi como mi tercer hijo.

¿Se plantearía vivir de la escritura?

No, yo tengo mi trabajo y no pretendo vivir de esto, solo quiero llegar al lector. Ahora estoy en la fase ilusionante, la de ver el fruto de tu trabajo, en el que invertiste tanto tiempo y cariño.