La Opinión de A Coruña

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Comercios y vecinos de Vilaboa: “Estamos dispuestos a ponernos ante las máquinas”

Un centenar de personas se manifiesta en Culleredo contra la planificación de la obra de mejora de la avenida sin tener antes los aparcamientos, contra su recorte y por no incluir los soportales

Comerciantes y vecinos de Vilaboa, ayer en la concentración de protesta por cómo se programa la obra de humanización. | // VÍCTOR ECHAVE

“Que el Concello no diga que hay intereses por atrás. No somos políticos, cada uno tiene su forma de pensar, lo que somos es comercio local, pasamos por todas las crisis, ahora la pandemia. No estamos en contra de esta obra, al contrario, pero no como la van a hacer”, explicó ayer Roberto, del mesón O Lagar, hasta que se le entrecortó la voz de la emoción mientras hablaba a un micro conectado a un altavoz ante las algo más de cien personas, entre comerciantes y clientes, que se acercaron a protestar por cómo el Concello de Culleredo ha programado la obra de humanización de la avenida de Vilaboa. Incluso los organizadores se sorprendieron del apoyo que lograron.

Los manifestantes concentraron bajo los soportales con pancartas, una gran cruz de madera con las palabras “DEP comercio local Vilaboa” y coreando consignas como “Obra sí pero non así”. Están dispuestos a ponerse “delante de las máquinas” y pararlas en cuanto empiecen las obras si no se atienden sus demandas.

La obra que ha generado esta polémica es la humanización de la avenida de Vilaboa, financiada con fondos europeos, que se licitó por casi un millón de euros y que ya se adjudicó a IAM Rumbo por 764.668 euros, por lo que está a punto de iniciarse. La obra prevista afecta a un tramo de la avenida de Vilaboa totalmente lleno de bajos comerciales.

El proyecto prevé fundamentalmente darle prioridad al peatón, aceras más anchas, iluminación LED, pequeños espacios verdes, mejora de redes de servicios. Todos coinciden en que es muy necesario. “Las aceras están todas destrozadas”, recordaron ayer los asistentes. Tres mujeres contaron que ya sufrieron daños por caídas. Los manifestantes están de acuerdo en que es necesario mejorar la estética y la accesibilidad, pero critican cómo se han planificado los trabajos.

“La obra supone pasar de 70 a 42 plazas de aparcamiento”

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“Las obras tienen una duración de un año, aunque dicen que va a ser menos y ya deberían de haber buscado unos aparcamientos alternativos y definitivos, no provisionales, para que puedan estacionar los clientes. No pueden decir que están buscando espacios, ya tenían que tenerlos listos antes de que empiecen las obras, y no como dicen, provisionales, sino fijos. Las obras suponen además pasar de 70 a 42 plazas de aparcamiento, lo que también perjudica a nuestros clientes”, destacó Gustavo, de la carnicería Vidal, la tercera generación, “con más de cincuenta años en Vilaboa”.

“Si tengo que ir cargado con bolsas y sin sitio para aparcar, al final no voy al comercio local sino al Eroski o al Alcampo”, resaltó Roberto. Los comerciantes además quieren que la obra, ya adjudicada, incluya también la mejora de los soportales de los edificios, que también son acera, pero los propietarios son cada comunidad de vecinos, son propiedad particular .

“El Concello tiene que hablar con cada una de ellas, que estaría de acuerdo, pero es necesario, no se va a arreglar la mitad de la acera y dejar sin tocar la que está bajo los soportales. Se lo dijimos, al final nos dijeron que habría una partida presupuestaria pero también lo dijeron en O Burgo y no se arreglaron”, señaló Gustavo, quien recordó además que hace cuatro años que se proyectó esta obra y durante este tiempo el Concello pudo prever los aparcamientos alternativos.

“Es la primera vez en la historia de la democracia en Culleredo que un alcalde consigue que Vilaboa se una”, agregó Roberto. Los manifestantes, responsables de locales de hostelería, tiendas de ropa, peluquería, estanco, floristería, carnicería, frutería, hasta el bazar chino entre otros también han iniciado una recogida de firmas para exigir la suspensión del inicio de las obras hasta tener listos aparcamientos disuasorios y una explicación detallada y concreta de cómo se tratarán los soportales.

El Concello insinuó que la manifestación de ayer estaba impulsada por intereses que no eran generales y afirmó que se habían consensuado las obras con los comerciantes.

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