La construcción del aparcamiento subterráneo de Rosalía de Castro, en Betanzos, motivó una importante contestación vecinal por las molestias generadas por una obra que se prolongó durante años y convirtió por temporadas la zona en un lodazal.
Transcurridos quince años desde la petición de licencia de actividad por parte de la concesionaria Complejo San Roque —que resultó adjudicataria en 1997 de la reforma como hotel del antiguo asilo Manuel Naveira—, este céntrico parking carece todavía de las preceptivas autorizaciones y permanece infrautilizado, sin que el Concello solvente las irregularidades que detallaba ya en 2013 un informe de la Secretaría municipal.
Entre otras anomalías, el habilitado nacional advertía de que no constaba el ingreso de la fianza por obras y concesión, ni la aprobación del reglamento de explotación o el establecimiento de las oportunas tarifas. Tampoco se había construido la segunda fase (212 plazas), ni entregado al Ayuntamiento las cuatro plazas como canon patrimonializado, detallaba el funcionario.
Un recorrido por este parking permite constatar esa falta de uso a la que apelaba Secretaría ya en 2013, cuando advertía que el “funcionamiento del servicio público de aparcamiento” era “insuficiente cuando no inexistente”: “Lo que caracteriza la gestión es la falta absoluta de ella”, concluía.
"Lo que caracteriza la gestión es la falta absoluta de ella", advertía Secretaría ya en 2013
El acceso no está regulado por barreras, la rampa de salida está bloqueada, lo que obliga a los vehículos a entrar y salir por la misma vía de un solo carril.
En un rincón se amontonan las barreras que deberían regular la entrada, junto a antiguos carteles del Complejo San Roque cubiertos de polvo.
El empresario que gestiona ahora el hotel, que se enfrenta a una denuncia del Concello por un supuesto subarriendo inconsentido, explica que este aparcamiento subterráneo carece de autorización de Industria y se desmarca de su gestión. Él, dice, no obtiene ningún beneficio económico del parking, que permite usar gratuitamente a los clientes, que están cubiertos por una póliza.
Desde 2013 se han aprobado varias mociones en pleno para solventar esta situación. El Concello, admite la demora, dice que da “pasos” para regularizar esta concesión y apela a la “complejidad” del asunto.
Una situación que “bordea el esperpento”
La situación del hotel y la concesión del parking y del museo degustación adjudicados en 1997 a Complejo San Roque “bordea el esperpento” y es “caótica”, en opinión de PP y BNG. En el pleno del lunes que acordó con el voto a favor del PSOE y BNG y la abstención del PP ampliar la demanda por subarriendo irregular al actual gestor del complejo, la oposición instó al Gobierno local a poner orden “de una vez” en este contrato.
El PP recordó que Secretaría advertía ya en 2013 de la falta del preceptivo control por parte del Ayuntamiento y populares y nacionalistas echaron en cara al Ejecutivo que hubiese cerrado “en falso” la comisión de investigación.
El Gobierno local defiende que da “pasos” siguiendo las recomendaciones de la asesoría jurídica y apela a la “complejidad” y “lagunas” del expediente.
El actual gestor del hotel ofrece una versión totalmente distinta a la del Concello, defiende estar al día en pagos y dice disponer de las preceptivas pólizas y contar con el beneplácito del Concello para asumir la gestión.
