La Opinión de A Coruña

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Antonio S. Río Vázquez Proyectos Arquitectónicos, Urbanismo y Composición (UDC)

“Conservar el edificio de Biona sería una gran oportunidad, es singular”

El arquitecto Antonio Río VICTOR ECHAVE

Antonio Río es arquitecto máster en Urbanismo y doctor por la Universidade da Coruña, donde además es profesor del departamento de Proyectos Arquitectónicos, Urbanismo y Composición. Imparte materias como Historia de la Arquitectura. Dirige el proyecto de investigación Historia de la Restauración y puesta en valor del patrimonio arquitectónico en Galicia y ha escrito diversas publicaciones.

La fábrica de piensos Biona de Oleiros fue una de las más modernas cuando se abrió en 1965. Tras su cierre, ¿cree que podría tener un uso cultural, aprovechar su arquitectura singular?

Este tipo de arquitecturas es de muy fácil reconversión porque son espacios muy abiertos, tienen muchas posibilidades. Es como una piel muy cuidada. Dentro del uso que se le podría dar el de espacio expositivo sería perfecto. Hemos visto esos espacios de almacenaje, de baja altura, horizontales, contrastando con los silos tan altos, y una parte acristalada que es muy singular. Conservarlo sería una gran oportunidad, es un edificio con gran interés y un gran desconocido.

Aún no existe mucha sensibilidad respecto al valor de la arquitectura industrial. En la mayoría de los casos finaliza la actividad fabril y se tira el edificio. En Nós los vecinos creen que en el solar de Biona se harán chalés.

No se la da tanto valor a la arquitectura más reciente. La industrial es de mediados del siglo XX. Son edificios muy modernos, se su aspecto meramente funcional, no existe un reconocimiento colectivo como tienen lo que llamamos monumentos, como puede ser una iglesia, un pazo... Se le da más valor a los edificios más antiguos. No obstante, se empieza a valorar ahora la arquitectura industrial y ya no se habla de tirar sino de conservar e incluso dar otro uso porque son parte de la historia, símbolos de una época. Es lo que ha pasado por ejemplo con la Fábrica de Armas.

En el puerto de A Coruña iban a demoler los silos y la nave pero se paralizó tras el interés de la presidenta de Inditex en ubicar en ellos la exposición de Peter Lindbergh, que ha sido un hito en la ciudad. Una exposición en uno de los almacenes de bóveda acristalada de Biona daría también otra perspectiva a unos posibles visitantes. ¿Cree que esta muestra ha ayudado a aumentar la sensibilidad sobre la arquitectura industrial?

Es probable. A estas construcciones se les ha dado un nuevo uso y ha encajado muy bien. Y además se conserva parte de la historia del puerto, de la historia de la ciudad. No se tira, se aprovecha. En los últimos años se han perdido construcciones que hoy costaría que pasase, ha habido épocas catastróficas en este sentido.

¿Son las administraciones las que deberían preocuparse por esta arquitectura?

Es muy difícil conservar todo, para una Administración. Pero sí puede incidir en la sensibilidad colectiva. Por ejemplo, en otros lugares se de España han hecho promociones residenciales y el promotor ha integrado un inmueble singular, se ha conservado. Es interesante también la iniciativa privada.

Las Administraciones dicen que van a dar uso a estas arquitecturas pero pasan los años y no se hace nada, como La Cros.

Lo de La Cros es ya un ejemplo de desidia. La iniciativa de hacer un centro cultural allí estaba bien pero se quedó en nada. A veces es más barato tirar y volver a hacer. Pero no solo conservamos muros, también una parte de la historia, es reconocer el pasado industrial de un municipio.

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