El confinamiento incrementó el índice de lectura, se descubrió o se reconectó de nuevo con este hábito que requiere soledad y concentración y sorprendentemente esta afición no se ha perdido con la vuelta a la normalidad. Este fenómeno ha hecho que durante la pandemia se hayan multiplicado las aperturas de librerías, a pesar de la existencia de la famosa plataforma que te envía lo que quieras en el mismo día. Oleiros no ha sido ajeno a este fenómeno. Entre 2020 y 2021 han abierto sus puertas tres librerías (en algunos casos traspaso) de la mano de mujeres jóvenes que aman la literatura.
Es el caso de Cristina Grau, que en agosto del año pasado puso en marcha Mar de Letras en Santa Cristina tras coger el traspaso de una librería de toda la vida. Tras estudiar Comunicación Audiovisual y trabajar durante ocho años con niños y niñas de corta edad, ahora en esta librería ha unido sus dos pasiones.
“Tener una librería es de esas cosas que siempre piensas de pequeña. Yo trabajaba con niños y esa idea la tenía pero la vas dejando, buscas la estabilidad. Pero un día pasé por aquí, vi el traspaso y me dije, adelante. Tengo libros sobre todo de literatura infantil, así uno las dos pasiones, libros y niños”, señala Cristina Grau.
Esta emprendedora recomienda, para celebrar hoy el Día Internacional del Libro, ¡Resuelve el misterio! El secreto de la mansión, del tipo elige tu propia aventura, y que es su libro favorito porque “cada vez que lo lees hay una aventura nueva”.
Ya dentro de la literatura adulta, Grau destaca a una autora local, Silvia Salgado, vecina de Oleiros y su libro Si te vuelves invierno. “Me encanta”, asegura. De hecho su apuesta, además de la literatura infantil, es por “el autor local, gente con talento pero sin recursos para darse a conocer, porque un Pérez Reverte ya se vende solo”.
Comercio local
Esta librera también recomienda el último de Ken Follet pero también cualquiera de los que ha escrito este superventas. Estas librerías que están surgiendo actualmente tienen claro que necesitan diversificar su oferta, ser espacios acogedores y ofrecer artículos complementarios (papelería, copistería, incluso objetos para regalo), pero también convertirse en un espacio multidisciplinar, de interacción y aprendizaje.
“Yo tenía claro que no quería una librería-papelería y ya está. Por eso organizo actividades, talleres de lettering o scrapbooking, cuenta cuentos, presentación de libros, incluso sesiones de disciplina positiva”, señala.
Esta autónoma también destaca que sus clientes “llaman para pedir un libro antes que acudir a Amazon”, la plataforma es el último recurso, toda una buena noticia para el comercio local.
