Carral despidió ayer la XVIII Festa do Pan. Tras dos años de parón por la pandemia, la fiesta gastronómica volvió “con más fuerza que nunca”, celebra el Concello, que destaca que se trató de una de las ediciones “más multitudinarias”, en la que se vendieron alrededor de 8.000 bocadillos cardiosaludables. La fiesta contó con talleres infantiles y espectáculos.