La polémica obra de remodelación de la avenida de Vilaboa presenta problemas de nuevo. Tras salir adelante a través de las dudas y críticas de comerciantes y vecinos, que temían perjuicios para los negocios y la movilidad y que reclamaron aparcamientos provisionales, los trabajos se encuentran paralizados desde hace dos semanas debido a que el funcionario interino del Concello y director de la obra ha renunciado a su puesto para marcharse a otra administración, por lo que “se debe proceder a la suspensión temporal total” de la actuación, advirtió el propio empleado municipal el pasado día 11 de este mes. El Ayuntamiento asegura que los trabajos se retomarán la próxima semana, con la toma de posesión del ingeniero de obras públicas sustituto, que asumirá la dirección de la obra.
El Gobierno local explica que la incorporación del nuevo ingeniero se realizará con agilidad puesto que se dispone de una lista de sustitución de personal interino en vigor. Prevé que, con la llegada del nuevo responsable, se retome la remodelación y, además, se inicien los trabajos de construcción de la glorieta y urbanización del entorno en el cruce de la avenida de Vilaboa junto a la plaza de iglesia, otro de los proyectos de regeneración del núcleo.
El parón en la obra “no afectará a los plazos de ejecución”, traslada el Ejecutivo cullerdense “según han determinado los técnicos municipales”. En este sentido, el Concello avanza además que los trabajos se detendrán varios días de julio, durante el transcurso de las fiestas de Vilaboa. “Será una parada programada por seguridad de los miles de visitantes que tendrá el núcleo”, justifica el Ayuntamiento.
La suspensión de los trabajos y la necesidad de sustituir al ingeniero que se marcha se suman a las carencias de personal y el retraso en la tramitación de licencias que acumula el Ayuntamiento, que en abril anunció un refuerzo para Urbanismo. La plaza de jefe de área sigue vacante y, además, el arquitecto municipal, que se había trasladado recientemente como jefe a Obras, permanece suspendido de empleo y sueldo por seis meses. El Concello achacó la apertura del expediente a un “proceso disciplinario interno”, mientras que el funcionario asegura que fue penalizado por negarse a introducir en el proyecto de Vilaboa, una vez aprobado en pleno y adjudicado, los cambios que le ordenaba el alcalde, José Ramón Rioboo. El funcionario sostiene que rechazó incorporar los porque atendían a criterios estéticos, “no técnicos ni de calidad”. Defiende que su actitud consistió en “discrepar de algo contrario a derecho”.
El PP de Culleredo reclama explicaciones sobre “por qué el alcalde expedienta y sanciona sin empleo ni sueldo a un trabajador municipal que se limita a seguir los criterios técnicos de una obra” y ve “muy grave” que “los caprichos del señor Rioboo dictaminen el futuro de un empleado del Ayuntamiento”. “El señor Rioboo cree que el Concello de Culleredo es su cortijo y que, como tal, puede hacer y deshacer las cosas a su antojo”, reprochan los populares y alertan del retraso que se acumulará en las obras por la suspensión del funcionario. Avisan también de las “consecuencias jurídicas” que puede acarrear el expediente.
La secretaria, a Cambre
Entre tanto movimiento de personal, la secretaria municipal abandona también las filas cullerdenses. La habilitada nacional se traslada a Cambre, poco después de que la histórica secretaria cambresa dejara el puesto vacante con su jubilación.
