La Opinión de A Coruña

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Vecinos de A Ría piden a la Subdelegación del Gobierno atajar los ruidos de un local de ocio

Denuncian el “abandono” y la “inacción” por parte del Concello, que asegura que ultima un expediente sancionador, que se encuentra en fase de audiencia al hostelero antes de resolver

Jóvenes en una zona de ocio nocturno de A Coruña, esta primavera. L.O.

Vecinos de la urbanización A Ría, de Fonteculler, insisten en sus quejas por las molestias derivadas de un local de ocio de la zona, al que achacan varios incumplimientos de la normativa municipal, y han recurrido a la Subdelegación del Gobierno. Residentes en la zona acusan de “inacción” y “abandono” al Concello, que asegura que instruye un expediente sancionador, que en la actualidad se encuentra en fase de audiencia y presentación de alegaciones, para que los responsables del local hostelero puedan presentar sus argumentos y defenderse de las acusaciones. Tras esta fase, el instructor del expediente propondrá la resolución que estime oportuna para el expediente, “en los próximos días”, calcula el Gobierno local.

Los ruidos centran las protestas de los vecinos, que aseguran que varios han tenido que dejar sus domicilios y que han contratado a un abogado. Un informe de una medición de ruidos elaborado por la Policía Local, en efecto, constató que la música del establecimiento superaba el volumen máximo de 90 decibelios fijado en la ordenanza municipal. Como medida cautelar, se impuso al local la prohibición de poner música. Los vecinos apuntan que han tenido acceso a este informe policial a través de la Valedora do Pobo, quien ordenó realizarlo después de que el Concello de Culleredo asegurara que tenía el sonómetro sin calibrar, por lo que recurrió a una empresa, relatan residentes en la urbanización. Añaden que el local tenía el medidor “manipulado” de modo que le permitía superar el límite de decibelios y, además, contaba con un altavoz autoamplificado que esquivaba la medición de este dispositivo.

Los vecinos sostienen que el establecimiento ha incurrido en infracciones graves y muy graves de la ordenanza municipal. En concreto, aseguran que ha superado los límites sonoros, ha incumplido las condiciones en materia de contaminación acústica, no ha tenido permanentemente instalados y conectados los sistemas limitadores para autocontrol del volumen, puesto en peligro la salud de las personas, ha incumplido las condiciones fijadas en la licencia municipal y ha reincidido en la comisión de infracciones graves en el plazo de dos años.

El Ayuntamiento de Culleredo confía en que el expediente sancionador que instruye ponga fin a las molestas por las que los vecinos han trasladado quejas en retiradas ocasiones y que ha llevado al PP y el BNG a preguntar en pleno en varias ocasiones por el estado del caso. El Concello explica que las medidas cautelares consistentes en el precinto del equipo de música se han ejecutado dentro del procedimiento administrativo que se sigue y asegura que, mientras se ultima el expediente sancionador, no se puede avanzar más información al respecto.

El Gobierno local cullerdense recuerda que, al margen de la instrucción del expediente sancionador por los ruidos, se realizaron operativos en coordinación con la Guardia Civil en los que se entró en el local para verificar el cumplimiento de diferentes normativas.

El Concello reaccionó tras decenas de denuncias presentadas por los residentes en la urbanización. Los vecinos achacan a la actividad del local las peleas o actos vandálicos registrados en el entorno y aseguran que el local vendía bebidas que los usuarios consumían fuera, a modo de botellón.

El propietario del local aseguró entonces que él cumplía el horario y tenía medición de ruidos. Achacó las molestias al ruido de la gente que sale a fumar y atribuyó los actos vandálicos a “descerebrados” pero los desvinculó de la actividad de su negocio. Afirmó que las quejas de vecinos ya venían de antes de tener un importante volumen de clientes y defendió que, tras la pandemia, tiene una familia y necesita trabajar.

Rioboo solicitó apoyo tras actos vandálicos

El pasado mes de noviembre, tras unos actos vandálicos registrados en la urbanización A Ría, el alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, solicitó colaboración a la Subdelegación del Gobierno para “poner en marcha un urgente plan de seguridad ciudadana” y atender a la necesidad de solucionar los problemas de convivencia que se generaban entre los clientes de un local de ocio nocturno y los vecinos de la urbanización A Ría.

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