El diputado autonómico Pablo Arangüena, del PSOE, ha alertado sobre “la potencial bomba de relojería ecológica” que puede suponer la puesta en marcha de una macrogranja avícola para la producción de huevos en Curtis. Los socialistas señalan que esta instalación estaría integrada por nueve naves industriales con capacidad para un total de 216.000 gallinas y generarían más de 4.300 toneladas de residuos animales al año.

El PSOE explica que ha solicitado a la Xunta en el Parlamento gallego que “aplique con rigor la legislación ambiental” en la tramitación administrativa de esta macrogranja. Solicita también que el Gobierno gallego prevea la posibilidad de contaminación en el río Mandeo.