La noche de San Juan acabó antes y peor de lo previsto en la fiesta que integrantes o afines de Alternativa dos Veciños preparaban en una finca privada en Barrañán, en la parroquia de Chamín. La celebración, que contaba con el alcalde de Oleiros y presidente del partido, Ángel García Seoane, entre sus asistentes, según el Concello, terminó con la Policía Local y la Guardia Civil en la finca. Los agentes municipales presentaron denuncia contra los organizadores porque, según el Concello, no contaban con permisos municipales ni las medidas de seguridad necesarios para la celebración que, asegura el Ayuntamiento, era “pública”, se cobraban 20 euros de entrada y tenía instalada una carpa y un generador. Alternativa llamó entonces a la Guardia Civil puesto que, defiende, era una cena y celebración de un grupo de amigos y compañeros de Alternativa en una parcela privada y alerta de que la irrupción de la Policía Local en “propiedad privada sin previo aviso ni motivo que justificase el acto” y la previa denegación de autorización del Concello para una sardiñada en un área pública.

El Concello apunta que la Policía Local cursó denuncia porque la fiesta, “pública”, no contaba con las autorizaciones y medidas que marca la ley para estos eventos, señala el Concello arteixán. Los organizadores tenían que haber solicitado permisos en el Ayuntamiento, defiende el Gobierno local.

La policía local se presentó en el lugar para cursar la denuncia administrativa y “tuvo que cursar otras dos denuncias ante la actitud de una de las personas presentes, que se negó a identificarse ante los agentes de la autoridad” y les increpó. Por estos hechos los municipales cursaron denuncias por alteración del orden público y negativa a identificarse.

Alternativa ve los hechos “muy graves y sin precedentes” en el municipio y “difícilmente” en el resto del país. Denuncia que el jefe de Policía cogió del pecho a uno de los presentes solo por pedir explicaciones. Relata que la Guardia Civil que acudió a su llamada informó a los presentes de que “de ningún modo se podía prohibir la celebración de dicha cena en una propiedad privada”. Afirma que suspendieron la cita para evitar “cualquier otro tipo de acontecimiento”.