La Opinión de A Coruña

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La comunidad educativa de O Graxal se moviliza contra el traslado de la enfermera

La directora, las familias y la sanitaria defienden extender esta figura | La dirección prepara una reclamación, los padres recaban apoyos y el Concello garantiza su defensa ante la Xunta

Alumnos del colegio de O Graxal, durante una actividad en la biblioteca del centro. L.O.

La comunidad educativa del colegio de O Graxal, en el término municipal de Cambre, rechaza el traslado de la enfermera escolar a otro centro, en A Laracha, que, aseguran, les ha notificado este mes la Inspección de Educación. La dirección del centro, las familias y la propia sanitaria defienden la conveniencia de contar con esta atención en los centros escolares y abogan por su normalización. Los directivos del colegio preparan una reclamación y los padres y madres de alumnos han iniciado una recogida de firmas en la plataforma digital Change.org. El Ayuntamiento de Cambre, que tuvo conocimiento ayer mismo de la previsión del traslado, asegura que “defenderá los intereses del centro y de la comunidad educativa ante la Consellería de Educación”.

La iniciativa online muestra la “disconformidad” de las familias con la retirada de la enfermera del centro, la última de Galicia en un colegio público no especial, afirman la dirección y la sanitaria. A última hora de la tarde de ayer, la iniciativa, lanzada unas horas antes, había reunido cerca de 250 apoyos apoyos. Entre los comentarios de los firmantes, muchos coinciden defender la conveniencia de que todos los colegios dispongan de una profesional que pueda prestar una correcta asistencia sanitaria inmediata ante los múltiples accidentes, lesiones o urgencias que pueden registrarse entre niños en un colegio.

“Ha sido un jarro de agua fría. Tenemos niños con patologías importantes, convulsiones... Si hay que administrar una medicación o un niño se rompe un diente, es importante que haya una profesional que sepa cómo actuar”, sostiene la directora del centro, María José Portero. “No podemos ir para atrás. En vez de quitar, deberíamos poner más”, sostiene.

La ventaja que disfrutan las familias de alumnos de O Graxal de contar con una enfermera en el centro se debe a una “carambola” excepcional, relata la enfermera. La sanitaria tenía su plaza en el colegio O Mosteirón, de Sada, que pertenecía al Instituto Social de la Marina, y cuando el centro cambrés contó con un niño diabético con necesidades sanitarias importantes, la enviaron a este colegio en lugar de incorporarla al sistema sanitario, relata la enfermera, quien, a sus 62 años y ante este anuncio, estudia adelantar la jubilación.

El Ayuntamiento de Cambre aseguró ayer, horas después de tener conocimiento de la situación, que contactará con la dirección del centro, la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA) y la propia enfermera para “recabar toda la información posible”. Adelanta que defenderá los intereses de centro ante la Xunta.

Marga Rumbo, enfermera: “Hay padres que tienen que dejar su trabajo por atender a un hijo”

La enfermera del colegio de O Graxal se muestra convencida de “es muy necesario” reivindicar que todos los centros cuenten con una profesional sanitaria. Con un pie en la jubilación, apuesta por apoyar la causa y dar visibilidad a las dificultades que atraviesan algunas familias con niños con patologías. “Hay padres que tienen que dejar su trabajo por atender a un hijo con una patología. Hace unos años, una madre que había tenido que dejar su empleo pudo reincorporarse gracias a que se enteraron de que estaba yo en Mosteirón y pudieron matricular allí al niño y que estuviera atendido”.

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