La Xunta agiliza el plan impulsado por la promotora Aliseda, con el parabién del Ayuntamiento de Culleredo, para desarrollar las unidades UA-58 y UA-59, que prevé la ejecución de unos 120 pisos en el entorno de Villa Celina o Pazo dos Serrano, en Vilaboa. La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, en su informe ambiental al Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de la UA-58 y la UA-59 propone no someter el proyecto al procedimiento de evaluación ambiental estratégica ordinaria al no preverse “efectos ambientales adversos significativos, siempre y cuando se dé cumplimiento a las determinaciones” que detalla.
El departamento autonómico reclama más estudios para minimizar el impacto paisajístico y preservar el patrimonio cultural, exige conservar el ginkgo centenario —que quedará ubicado en la zona verde central— y analizar si existen más especies arbóreas de interés y supedita la viabilidad del plan a la previsión y ejecución de las redes de abastecimiento de agua, saneamiento y pluviales necesarias. En cuanto a la protección del patrimonio cultural prevista en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en trámite —aprobado de modo inicial en 2013 y paralizado desde 2018—, que proyecta convertir ese entorno en un parque público, se remite al informe de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural para resolver que “el nivel de protección asignado a un bien cultural en un documento de planeamiento que no cuenta con aprobación definitiva debe ser tomado como una referencia de su valía, pero no como un hecho probado”.
El informe autonómico indica que ni el documento ambiental estratégico ni el borrador contienen un estudio específico sobre el paisaje ni un estudio del paisaje urbano y reclama que se analicen. Ordena también incluir medidas protectoras y correctoras para los bienes culturales, la catalogación de los bienes inmuebles del patrimonio cultural del territorio y una ficha técnica específica para el Camino de Santiago.
La Consellería tiene en cuenta en sus directrices algunas de las alegaciones presentadas. Presentaron sugerencias o quejas varios particulares, una comunidad de vecinos, el BNG de Culleredo y dos empresas, una de ellas, la que gestiona el negocio del vecino pazo de Vilaboa.
