El Concello de Vilasantar fletará a partir de hoy una furgoneta para llevar al instituto de Curtis a siete alumnos de Bachillerato o ciclos de FP (sin derecho ya a transporte escolar) que residen en aldeas del municipio situadas a diez kilómetros o más del centro educativo y que carecen de alternativas viables para desplazarse a clase.
El alcalde de este pequeño municipio rural, Fernando Pérez, del PP, ha tomado la decisión de prestar este servicio ante el grave problema que padecen varias familias que por motivos laborales o personales no pueden llevar a sus hijos al centro educativo y que se ven obligadas a recurrir a medios que no están al alcance de todos los bolsillos, como dejarse más de trescientos euros al mes en un taxi, debido a la falta de líneas de transporte público que ofrezcan el servicio.
“No hay buses que vayan ni pagando”, lamenta el alcalde, que apela a las dificultades que sufren municipios de su tamaño y población para contar con alternativas de transporte, tanto público como privado: “Sacamos a concurso una licencia de taxi que quedó desierta, nadie quiso venir de taxista a Vilasantar a pesar de que nosotros no cobramos la licencia”.
El regidor subraya que se trata de una medida provisional ante una situación límite para varias familias del municipio. “No pretendemos perjudicar a ninguna empresa, solo atender las necesidades de nuestros vecinos”, defiende.
El problema no es nuevo . El pasado curso varias familias de Vilasantar se pusieron de acuerdo para contratar a un taxi y compartir costes. Una de las afectadas, que vive en una aldea situada a más de diez kilómetros del IES, relata que este verano, presagiando ya que la situación empeoraría, llamó a las empresas de transporte para intentar buscar una alternativa sin obtener respuesta y afirma que hasta los taxis pusieron pegas porque no les compensaba prestar un servicio diario en horas fija. Finalmente logró llegar a un acuerdo con uno y recurrió a este servicio privado para llevar a su hija al centro estos tres primeros días de curso. "Con lo de la furgoneta se nos abrió un poco el cielo", dice con alivio.
Ella, dice, ya vivió una situación muy similar de niña, cuando en 1983 se vio obligada a desplazarse a casa de unos familiares en A Coruña para cursar la enseñanza no obligatoria por falta de alternativas de transporte entre las aldeas y el centro urbano: “Lo que menos pensaba es que a estas alturas me iba a encontrar con el mismo problema”.
Otros alumnos se ven obligados a coger el bus a las 07.00 y esperar una hora para entrar en el centro y casi dos al término de las clases para tomar e de vuelta. Otras familias han llegado a acuerdos con empresas de transporte para contratar un servicio privado hasta la parada más próxima y, una vez ahí, tomar el bus activando la tarjeta joven.
Las carencias en el servicio de transporte público afectan a toda la comarca de la montaña y se agravan con el incremento de las matriculaciones en Curtis, un municipio que ha experimentado un importante incremento de la demanda.
Este miércoles cuatro alumnos de Bachillerato o FP de Teixeiro volvieron a quedarse sin sitio en el bus y tuvieron que se trasladados por uno de los padres al instituto, situado a 11 kilómetros. El martes fueron siete. La situación tiene en vilo a varias familias que se ven obligadas a llevar a sus hijos hasta la parada y esperar a ver cuántos logran plaza: “Vamos con ellos por la mañana sin saber si van a poder entrar en el bus, lo peor es la incertidumbre que les genera”, relata Montse, una de las madres afectadas, que llama la atención sobre la falta de alternativas para desplazarse de Teixeiro a Curtis.
“No tenemos ningún transporte público, es una vergüenza, aquí como no tengas coche te mueres. Sabemos que nuestros hijos no tienen derecho a ir gratis, pero ¿tendrán derecho a ir a estudiar, no?”, se pregunta esta madre, que llama la atención sobre el hecho de que otras líneas de transporte, dependientes de otras empresas, “pasan por el pueblo casi vacías”. “Este año la solución podría ser tan fácil como cambiar las paradas”, defiende. Una posibilidad que plantea también la Asociación de Nais e Pais, que ayer mantuvo una reunión con el equipo directivo del IES para analizar la situación y abordar posibles alternativas.
"Sabemos que nuestros hijos no tienen derecho a ir gratis, pero ¿tendrán derecho a estudiar, no?", se pregunta una madre de Teixeiro
El mapa de áreas educativas, en el punto de mira
El director del instituto, Ángel Laxe, atribuye esta anómala situación a un mapa educativo totalmente desfasado y avisa de que la situación se agravará debido al constante aumento de matriculaciones en los colegios de Curtis, con la consiguiente reducción de plazas para el alumnado de Bachillerato y FP.
Este docente ha trasladado el problema en reiteradas ocasiones a la Xunta y ha convocado reuniones con los concellos afectados para abordar la imperiosa necesidad de modificar el mapa de áreas educativas para que Vilasantar o Sobrado dejen de estar adscritos en Secundaria al centro de Boimorto y pasen a depender de Curtis, una opción que considera mucho más racional dado que Boimorto carece de Bachillerato y los alumnos que quieren cursar la enseñanza no obligatoria tienen que matricularse en Curtis.
El Concello de Vilasantar fue el primero en expresar su apoyo a esta medida, a la que se suma también el Concello de Curtis. El alcalde de Vilasantar ya sometió el asunto a pleno hace unos meses, pero quedó sobre la mesa para realizar una consulta en el CEIP de Présaras que se saldó con empate (15 a favor y 15 en contra). Fernando Pérez anuncia que volverá a llevar el asunto a pleno para aprobar instar a la Xunta a modificar el área educativa. “No tiene sentido que mis niños vayan Boimorto para Secundaria y luego a Curtis para el Bachillerato”, defiende este regidor, que incide en que esta situación tiene su repercusión en la falta de transporte.
La Xunta se limita a decir que solo tienen derecho al transporte escolar los alumnos de enseñanza obligatoria y que los de Bachillerato o FP solo pueden hacer uso del mismo si quedan plazas libres. La respuesta no convence a las familias afectadas, los concellos ni al BNG, que presentó ayer una iniciativa urgente ante el Parlamento para instar al Gobierno gallego a ampliar de inmediato el servicio de transporte escolar a todo el alumnado de Bachillerato y FP “para garantizar la igualdad de oportunidades”.
El diputado del BNG Mini Rivas atribuye la situación a una “planificación educativa obsoleta” y una “ley regresiva que no contempla las necesidades reales del alumnado del rural” y lamenta la inacción del Gobierno gallego ante una situación “que se veía venir”.
Las ediles nacionalistas de Curtis María Seoane, Verónica Fuentes y Maribel Ares acusan al PP de “dejar tirado al alumnado” e instan al alcalde, Javier Caínzos, a ofrecer una solución provisional. Las concejalas cuestionan el compromiso del regidor, que defendió el martes públicamente la reforma del mapa educativo y le acusan de pretender atribuirse cara a la galería la propuesta del director del instituto.
