La Opinión de A Coruña

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Farmacia de siempre y mostrador ‘online’ pionero en el rural

Una botica de Oza-Cesuras es una de las ocho de la provincia que ofrecen venta por internet de medicamentos sin receta

Cristina Mesa, en la parte trasera de su farmacia en Oza-Cesuras (sin mascarilla solo para la foto). // M. V.

Cristina Mesa conserva en su memoria decenas de imágenes de su madre Teresa Álvarez “poniéndose la bata encima del camisón” para bajar de madrugada a atender urgencias en las guardias de la farmacia de Oza dos Ríos. Ventajas de tener el hogar encima de la botica del pueblo. El municipio pasó a llamarse Oza-Cesuras, Cristina es ahora la que lleva la bata blanca en una profesión “muy hereditaria” y en este pequeño concello ha logrado combinar la atención personal de siempre con los clientes con la adaptación a las nuevas tecnologías y los nuevos sistemas de venta: Farmacia Álvarez Mesa CB es, desde el pasado mayo, uno de los ocho despachos de la provincia de A Coruña, y el único en un pequeño municipio rural, autorizado para vender por internet medicamentos sin receta.

“Tras el título de Farmacia me saqué los de Óptica, Ortopedia, Nutrición y Audiología. Yo siempre digo que quiero ser El Corte Inglés, que cualquier vecino pueda encontrar prácticamente todo en la farmacia. Sobre todo en un municipio rural creo que esto es aún más importante. Luego pensé que estamos en el siglo XXI y que había que tener también un mostrador online”, explica Cristina, que ahora se libra de las guardias porque las realiza el Punto de Atención Continuada (PAC) de Betanzos. Son muchas las farmacias que tienen venta online, fundamentalmente productos de parafarmacia. Pero no sucede lo mismo con los medicamentos sin receta.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, dependiente del Ministerio de Sanidad, traspuso en 2013 una normativa europea para la venta a distancia de medicamentos que no requieren receta médica pero tras pasar casi una década, son pocas las que optaron por esta línea de comercialización. Exige numerosos y largos trámites y tiene muchas restricciones.

“Yo quería trasladar lo mismo que tengo en la farmacia, mi mostrador, al mundo virtual. Me faltaba solo la venta de medicamentos sin receta y me puse en contacto con la Agencia Española de Medicamentos. Tardé nueve meses en conseguir todos los permisos, y trabajando activamente para conseguirlos. Tienes que realizar mucho papeleo, son muchos trámites y piden muchos datos. Por ejemplo, en relación al transporte y la trazabilidad. Es dificilísimo que una empresa de transporte te garantice por escrito que los medicamentos que va a trasladar van a ir a una temperatura y humedad exactas, por ejemplo. Y que con cada envío te garantice, con datos, que se ha cumplido, y que haga auditorías”, señala.

Sanidad exige muchos trámites debido a que los productos que se venden no son una prenda, o un móvil, por ejemplo. Es algo que puede afectar a la salud de una persona y también puede llevar a un mal uso. Por eso solo pueden vender online farmacias abiertas al público, autorizadas y que figuren en el listado de la agencia. Pero este servicio tiene otro inconveniente. “Puedes publicitar tu farmacia en tu página y en redes sociales pero nunca los medicamentos sin receta. Encontrarás mucho de parafarmacia pero no de medicamento. Puedes decir que tienes este servicio pero no incitar a la venta ni nombrar un medicamento, por la normativa gallega”, subraya Mesa.

“La gente mayor en el rural aún no usa este servicio por internet pero en el futuro lo hará. Y es más barata la compra online que tener que coger un taxi. Si estás en A Coruña bajas y tienes cinco farmacias al lado, pero en el rural no, por lo que creo que sí beneficiará en el futuro a estas zonas”, afirma Cristina.

“Esta semana he tenido pedidos de Málaga, Toledo y Barcelona. Y todas las semanas tengo que decir que no a los que me piden por email la pastilla azul, porque sí requiere receta”, puntualiza.

Así funciona la telefarmacia

La venta online de las farmacias aumentará en el futuro, es inevitable, pero no tiene por qué perderse ese trato personal, de confianza, que se establece con los usuarios. “Una persona compra un medicamento sin receta por internet. Yo tengo que ponerme en contacto con ella, por teléfono o email, para preguntarle lo que le preguntarías en el mostrador: tomaste esto alguna vez, tienes alergias, qué dosis te han recomendado, es para ti o para tu hijo, qué edad tiene, etc. Luego cuando le llegue, en 24-28 horas si no es urgente, tengo que volver a llamar y confirmar si llegó bien, si está correcto. Es más trabajo. No es hacer el envío y olvidarte, existe un protocolo. También hay ahora medicina a distancia, consultas por teléfono en el Sergas y por videoconferencia. Pues esto es igual. Y otro día ese cliente puede venir en persona, no se pierde el contacto”, recalca Cristina. ¿Qué medicamentos, sin receta, son los que más se piden? “Sobre todo analgésicos”, indica, sin citar nombres.

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