A toda la velocidad que puede correr un pato, con esas extremidades cortas y con una membrana, iba ayer un grupo de machos y hembras recorriendo el parque Luis Seoane de Santa Cruz en las primeras horas de la mañana. Las carreras eran frenéticas de un lado para otro entre la hierba. El objetivo: comerse las bellotas de menor tamaño y más frescas. A estas aves les encantan y además les aportan hidratos de carbono, proteínas, fibra y vitaminas. Las carreras y las competiciones para comerse las mejores bellotas son todo un espectáculo para los viandantes, al igual que observar cómo a algunos ejemplares les cuesta tragar algunas que son de mayor tamaño: tienen que esforzarse para pasarlas por la garganta y se ve cómo la bellota va bajando.

A la izquierda, hembra de pato con una bellota en el pico. | // I.R.

Estas aves se comen así uno de los principales alimentos de los jabalíes (es lo que más les gusta junto con las lombrices), por lo que se puede pensar que a mayor número de patos, menos de los mamíferos que levantan todo el césped en Oleiros.

Los patos ponen en Oleiros la nota diferencial respecto a otros parques públicos de la comarca, donde normalmente los que pastan son los denominados pombos (paloma torcaz). En este parque tienen su propio cauce fluvial con fuentes, una pequeña isleta y una caseta, y hasta un paso de peatones en la carretera solo para ellos.