Un vistazo a las zonas donde se han desarrollado urbanizaciones o carreteras justo ahora, al inicio del otoño, revela que la comarca de A Coruña siguen sufriendo el ataque de un invasor prácticamente invencible: la hierba de la Pampa. Tras la pandemia han vuelto las fiestas, las verbenas, pero también se ha incrementado la superficie atestada de esta hierba invasora que degrada la calidad del paisaje y la biodiversidad y desplaza la vegetación autóctona.
El Ministerio para la Transición Ecológica lo intentó en la parcela de la antigua fábrica Bunge en O Burgo (Culleredo), al borde de la desembocadura del río Mero, dentro de su proyecto de dragado de la ría. Cortó y arrancó todos los pies de un mar de plumeros de 6,6 hectáreas el pasado mes de junio. En agosto ya se veían pequeños pies rebrotando y ahora ya se ven crecidos y en pleno florecimiento al borde de la ría.
La empresa encargada del seguimiento ambiental del dragado también lo ha advertido: “Se comprueba la existencia de pequeños rebrotes de cortaderia selloana”, indicó en su último informe, con la previsión de acudir a retirarlos de nuevo el mes pasado, pero aún no los han eliminado. Sí retiraron varios kilos de otra planta invasora, la uña de gato, en la playa de Santa Cristina.
Las parcelas vacías del Ofimático en A Coruña, el borde de la N-VI en O Seixal, todo Suevos hasta el mar y alrededor de las obras de acceso al puerto exterior en Arteixo, el entorno de la Cuarta Ronda. Todas estas zonas, y otras, lucen ahora millones de plumeros recién florecidos.