El Ministerio para la Transición Ecológica ha desestimado el recurso de reposición interpuesto por los gestores de La Terraza de Sada contra la denegación de la prórroga de la concesión para la ocupación de terrenos en dominio público marítimo-terrestre. La resolución estatal pone fin a la vía administrativa, aunque los responsables de este emblemático quiosco modernista tienen la opción de interponer un recurso contencioso-administrativo en el plazo de dos meses. Los concesionarios ya avanzaron hace meses que agotarán todas las vías legales, por lo que los juzgados tendrán la última palabra.
Transición Ecológica reitera los argumentos esgrimidos por la Abogacía del Estado y concluye que las alegaciones de los recurrentes ya habían sido contestadas y que “carecen de la eficacia jurídica suficiente para desvirtuar la certeza de los hechos imputados” dado que “no aportan pruebas ni razonamientos válidos suplementarios que demuestren que ha habido error o indebida aplicación de la normativa vigente”.
El Concello de Sada hizo ayer pública la resolución estatal que, subraya, “favorece el imprescindible acuerdo entre Estado, Concello y Xunta a los efectos de la rehabilitación de este Bien de Interés Cultural”. El Gobierno local que preside Benito Portela llama la atención sobre el hecho de que los argumentos esgrimidos por el Ministerio para la Transición Ecológica para denegar la prórroga coinciden con los expuestos por el Concello en su escrito de alegaciones, en el que reclamaba además de la desafectación del dominio público de los terrenos que ocupa La Terraza y su posterior cesión al Concello.
La resolución estatal llega más de año y medio después de que la Dirección General de la Costa estimase las alegaciones del Concello de Sada y denegase la moratoria del permiso concedido en 1922 para instalar en terrenos de dominio público marítimo-terrestre un “quiosco de madera y cristal destinado a la venta pública de refrescos y licores en la playa de Sada”.
Costas dio la razón al Concello de Sada, que alegó que la prórroga contravenía la Ley de Costas, que establece en su artículo 81 que, una vez vencido el plazo de la concesión, es improrrogable. El organismo estatal concluyó que el reglamento general de Costas establecía que las concesiones vigentes antes del 29 de julio de 1988 fueron otorgadas por un período máximo de 30 años a contar con desde esa fecha, por lo que habría vencido el 29 de julio de 2018. Incidía ya entonces que, según la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas, el plazo máximo de la concesión, prórrogas incluidas, sería de 75 años y que la legislación sectorial solo permite marcar plazos distintos siempre y cuando sean inferiores a este límite.
La Terraza de Sada permanece en precario desde hace más de cuatro años, concretamente desde que venció la concesión en julio de 2018. Los responsables de este establecimiento hostelero declararon ya hace meses que agotarán todas las vías para conservar este edificio, y afirman que el quiosco de su propiedad y que la concesión afecta únicamente a los terrenos sobre los que se asienta.
El Gobierno local rebate este extremo y afirma que La Terraza es propiedad del Estado dado que la ley establece que una vez vencida la concesión, los bienes revierten en Costas. Su postura fue ratificada recientemente por el Gobierno central en una respuesta al BNG en el Congreso en el que explicaba que la denegación de la prórroga situaba al Estado como “titular del bien” y planteaba su cesión a otra Administración para su rehabilitación con cargo al programa del 2% cultural.
