La Corporación local de Oleiros aprobó en el pleno extraordinario de ayer la cuenta general del año pasado. También dio luz verde a varias modificaciones en ordenanzas fiscales, como la que introduce una nueva tarifa en la normativa del agua, la de inspección; o la del retraso en el cobro de la tasa de terrazas de los locales hasta después del verano, cuando han obtenido el grueso de sus ingresos.

La cuenta general de 2021 reveló que el Concello cerró el ejercicio pasado con 5.407.072 euros de resultado ajustado, de superávit, lo que implica un total de 146,45 euros por habitante. El Concello ejecutó el 68,38% del presupuesto de gastos (32 millones de 46,8 totales) y casi lo mismo en la ejecución del presupuesto de ingresos, el 67,28%.

Los datos contables muestran que el Ayuntamiento oleirense efectuó un gasto por habitante en el pasado ejercicio de 867,87 euros y la inversión por cada habitante fue de 199,35 euros. Su endeudamiento, 11 millones, fue solo del 12,48% (tocó a 299,62 euros por habitante).

Oleiros finalizó el ejercicio pasado con 21,1 millones de fondos líquidos en caja, lo que implicó una liquidez inmediata del 221,08%. Es una cantidad un poco más elevada que la de 2020 (con 19,6 millones). El Ejecutivo local también logró reducir el saldo de dudoso cobro, de los 5,7 millones del año 2020 a los 2,8 millones del año 2021.

Las estadísticas de la cuenta general también indican que los ingresos por tributos ascendieron a 15,9 millones de euros, lo que supuso el 51,68% del total de ingresos que logró el año pasado. En cuanto a las transferencias, sumaron 13,6 millones, lo que implicó el 44,83% del total de ingresos de gestión ordinaria.

El Ayuntamiento de Oleiros abonó pagos a sus proveedores en 2021 en un plazo medio de 13,23 días. Sin embargo, a la hora de cobrar, ya no fueron tan ágiles con esta Administración: percibió los fondos con una media de 36,76 días.

El Gobierno local recaudó el pasado año un total de 46,2 millones de euros sumando el cobro de tributos y las transferencias de otras administraciones, una cantidad superior a la del ejercicio anterior, que sumó 38,2 millones.

El Ayuntamiento realizó un mayor gasto en transferencias y subvenciones, hasta los 2,6 millones de euros, muy por encima de los 809.114 euros del ejercicio de 2020.

Críticas a la gestión

El PSOE votó en contra de la aprobación del presupuesto por considerar que, al igual que otros años, “los niveles de ejecución rondaron los dos tercios” y en cuanto a la ejecución de la inversión “apenas superó el 40%” de lo previsto, lo que achacó a una “deficiente gestión”.

El portavoz socialista Jorge Pérez destacó que el esfuerzo inversor “no alcanzó siquiera el 23% y el esfuerzo fiscal por habitante “se sitúa entre los más elevados de Galicia, superando en más de veinte puntos la media gallega, provincial y comarcal”.