La Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega) reclama a la Xunta que decrete el cierre inmediato como medida cautelar de las granjas de visiones, tras detectarse un foco de gripe aviar con dos positivos en una explotación de Carral, por el que se sacrificará a los casi 52.000 animales que contiene. La entidad ecologista advierte de que las explotaciones peleteras son “una bomba biológica” y suponen un riesgo para “el medio ambiente y la salud de las personas”.

Adega sostiene que las granjas de visiones “no solo ponen en riesgo la biodiversidad autóctona, sino también la salud pública al ser brotes y focos de transmisión de enfermedades como el COVID o la gripe aviar, incluso de nuevas variantes desconocidas para las que aún no hay vacunas y que podrían transmitirse a las personas”. La entidad advierte, asimismo, de los impactos económicos en para la ganadería tradicional (aves domésticas y de granja)” que podría tener una supuesta dispersión de individuos afectados por el virus. Ve “insuficientes” las medidas de control de riesgo de las instalaciones de cría de visón y recuerda que, desde el inicio de la pandemia, “ya se han detectado unos 15 focos de COVID”. Inciden los ecologistas en que los más de 50.000 animales que la Xunta ordena sacrificar en la granja de Carral “se unen a las decenas de miles de muertes que ya provocó el COVID en las granjas gallegas”.

Sostiene que mantener las granjas abiertas “supondría jugar a la ruleta rusa biológica exponiendo nuestra biodiversidad y la salud pública a un riesgo inasumible solo para beneficio de un negocio minoritario y elitista, cada vez más cuestionado y prohibido en toda Europa”.