“Es un problema grave. Hipotecan propiedades que no van a poder ser construidas”, lamenta el alcalde oleirense, Ángel García Seoane, sobre el impacto que tendrá la huella sonora prevista en el nuevo plan director del aeropuerto de Alvedro, que se amplía hasta Liáns en horario diurno. El regidor advierte de que “un montón de casas se van a expropiar” y de que la afección que recoge el documento, publicado esta semana en el Boletín Oficial del Estado (BOE), “supone un problema serio para mucha gente”, sobre todo, de los ayuntamientos de Oleiros y Culleredo.
El regidor asegura que el Concello que dirige estudiará el nuevo documento, que obvia las alegaciones presentadas desde los consistorios oleirense y cullerdense, y a preocuparse “por que en la comarca no se afecte a tantos vecinos, porque es gravísimo la cantidad de propiedades que se afectan”, insiste el primer edil. García Seoane afea al Gobierno central, además, que no se haya respondido a las alegaciones de los ayuntamientos afectados.
El alcalde cuestiona que se apruebe un plan con esa afección a los núcleos de población del entorno para intentar mejorar el aeródromo de Alvedro. “Ese aeropuerto no tiene futuro”, sentencia García Seoane. “No podemos eliminar los pueblos que están alrededor para crear un aeropuerto que funciona como funciona, que la mitad de los aviones que vienen en invierno se van a Santiago”, sostiene.
El regidor cuestiona la legitimidad de los estudios y trámites que avalan estas inversiones. “Técnicos a los que les pagan suculentos... Se paga a amiguetes, consultings conocidos, se llevan dineros inmensos con un trabajo que es una repetición de otro, como el plan director, que viene nombrando a Asturias, un corto y pego. Es un escándalo”, denunció ayer en la emisora municipal, Radio Oleiros.
La revisión del plan director, que recoge la ampliación de la pista, impone una servidumbre acústica que se extenderá hasta cerca de la iglesia y el cementerio de Liáns, mientras que hasta ahora abarcaba hasta Montrove. El principal efecto de la huella sonora es que amenaza con impedir construir en los terrenos que engloba, por considerarse incompatible con usos residenciales, según la legislación, aunque el Ministeiro ha excluido de esta versión definitiva del plan director el apartado donde aclaraba los usos permitidos, que sí incluyó el en borrador expuesto en 2021. Dos polígonos tramitados en Montrove que suman 35 chalés y cuatro edificios junto a Pazo do Río se verían truncados si se vetase la edificación en suelos afectados.
