La Torre de Cillobre de A Laracha es una muestra de la ineficacia de las figuras administrativas de protección si no se acompañan de medidas efectivas para salvaguardar el patrimonio. Tras un lento y progresivo deterioro, los restos de esta fortaleza construida en el siglo XIV y que goza de la máxima protección, la monumental, ha entrado en la Lista Roja del Patrimonio de la Asociación Hispania Nostra.
Este colectivo en defensa del patrimonio detalla que, a pesar que esta torre tiene la consideración de Bien de Interés Cultural, se encuentra en un estado totalmente “ruinoso”. Hace ya años que perdió el tejado y en los últimos tiempos “se han abierto grietas en las paredes de la misma”. “El muro perimetral se encuentra en muy mal estado, pudiendo observarse algunas partes en estado de ruina total o en peligro de colapso inminente”, detalla la ficha de Hispania Nostra.
Los restos de la vivienda de una de las torres y el muro perimetral es lo único que se conserva de esta antigua fortaleza, que tuvo una gran relevancia en la época feudal. Sus primeros propietarios fueron los Andeiro y pasó después a manos de otros nobles, como los Gómez Pérez das Mariñas. Es, todavía, un bien de titularidad privada y hace ya meses que el Concello larachés avanzó su intención de adquirirlo para velar por su conservación, como hizo con los terrenos del castro de Montes Claros o el menhir de Erboredo.
Para A Laracha, la Torre de Cillobre tiene una significación especial, dado que está representada en su blasón municipal. A consulta de este diario, el Ejecutivo municipal explica que la Torre de Cillobre será el próximo bien patrimonial que adquiera, ya sea mediante acuerdo con los propietarios o por expropiación, pero recuerda que los recursos municipales son “limitados” y que “la tramitación administrativa es ardua”.
Como el resto de castillos y demás construcciones defensivas, la Torre de Cillobre goza de la consideración de Bien de Interés Cultural desde 1949, pero el escudo BIC no impidió que fuese desmantelada en 1988 para la construcción del puente de O Formigueiro. Tras utilizar sus piedras de la muralla y las torres para ese fin, su escudo y un portón barroco fue trasladado al pazo de Oca, según recoge la ficha del catálogo y detalla la Consellería de Turismo en su web.
Su lento e imparable declive ha culminado con su entrada en la Lista Roja del Patrimonio junto con otros siete bienes de la comarca coruñesa en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.
