La capilla de San Roque de Sada acogió ayer el acto con el que se culminó la primera fase del proyecto Rimartes, que apuesta por el “turismo emocional” con el buceo y las experiencias con el “patrimonio subacuático” como principales recursos. La iniciativa, con fondos europeos, ha buscado implicar a diversos agentes en su propuesta turística y ha catalogado desde su inicio, en el verano de 2021, cerca de medio centenar de naufragios o “museos en el fondo del mar”.

La exposición itinerante de fotografía Bucea en la historia del mar pone el broche al proyecto. Se muestra en la capilla de San Roque a mediados de noviembre.