Abegondo aprueba el plan xeral, solo pendiente del visto bueno final de la Xunta

El único grupo de la oposición, Alternativa dos Veciños, dividido, se abstiene por disciplina de voto

El Gobierno vota a favor del PXOM, este miércoles, en pleno.

El Gobierno vota a favor del PXOM, este miércoles, en pleno. / L. O.

Abegondo ha dado el visto bueno al Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en el último paso en manos del Concello, que ahora pone el documento en manos de la Xunta. El Gobierno local ha aprobado en pleno el proyecto urbanístico en la mañana de este miércoles en solitario, con la abstención del único grupo de la oposición, Alternativa por Abegondo (AxA).

El alcalde, José Antonio Santiso, defendió que este documento urbanístico "no deja de ser más que una delimitación de núcleos, dos urbanos y el resto rurales", y que prevé dos desarrollos: uno en San Marcos, donde irá el centro de salud, y otro comercial cerca de San Tirso. Atribuyó, además, los posibles errores del plan xeral que fue anulado por la justicia, que se había aprobado en 2012, a la empresa redactora, a quien responsabilizó de haber proyectado desarrollos más propios de "concellos como Oleiros, que hoy está saturado". El regidor insistió en asegurar que, para la elaboración de este documento, se incidó a los redactores "que lo que se pueda hacer se haga para todo el mundo y lo que no se pueda hacer, que no se haga para nadie".

Alternativa por Abegondo se limitó a intervenir para manifestar que sus ediles son "conscientes de que es necesario tener un planeamiento aprobado", por lo que que se abtenían en la votación, expuso Javier Souto en calidad de portavoz. Su compañera Fátima Ínsua intervino para dejar manifiesto que ella habría votado a favor, pero que se acordó que el grupo, dividido, mantuviera la disciplina de voto, por lo que se acordó la abstención.

El documento queda ahora en manos de la Xunta, que tendrá que analizar si concede su aprobación definitiva y dicta la consiguiente entrada en vigor. El nuevo plan prevé un máximo de 1.675 nuevas viviendas, un 36% que el plan de 2012 que tumbaron los tribunales, que permitía hasta fijaba 2.622 construcciones nuevas, pero 227 residencias más que el documento aprobado de forma inicial en 2021. Santiso explica este aumento por la aceptación de alegaciones de particulares que reclamaban la incluisión en los núcleos delimitados de fincas que quedaban lindantes pero excluidas.