Quince empresas optan al contrato para construir la tercera fase del polígono de Morás

El parque empresarial ganará 70 parcelas con la ejecución de estos trabajos, a los que la Xunta destina un presupuesto de 5,8 millones de euros

Terrenos en los que se realizarán las obras en Morás.   | // LA OPINIÓN

Terrenos en los que se realizarán las obras en Morás. | // LA OPINIÓN / I. Aguiar

La Xunta avanza en los trámites para contratar la obra de urbanización de la tercera fase del polígono de Morás, en Arteixo. Ya ha recibido las ofertas por parte de las empresas interesadas en acometer estos trabajos y ahora procede a evaluarlas. Quince constructoras optan a este contrato, que cuenta con un presupuesto máximo de 5,8 millones de euros y cuyo plazo de ejecución está fijado en 14 meses.

La mesa de contratación de Xestur, organismo autonómico que gestiona este polígono, estudiará las proposiciones y concluirá cuál obtiene la mejor puntuación, que será la que salga como adjudicataria.

Las constructora que esperan hacerse con esta obra son UTE Cernadas-Villasuso Xestur, UTE PQ Arteixo Proyecon Isidro Otero, Dragados, Contratas Vilor, Alvac, Copasa, Civis Global, Prace Servicios y Obras, UTE Ponciano-Arines y Misturas Obras e Proxectos. También figuran Pavalco Obra Civil, UTE Vázquez y Reino y Leonardo Miguélez Morás Fase C, Construcciones López Cao, Taboada y Ramos, y UTE Gómez-Manuel Novoa Castro.

La Xunta sacó a concurso público el pasado otoño los trabajos para acometer la urbanización de este ámbito del parque empresarial, que cuenta con una superficie de 227.554 metros cuadrados. Una vez finalizado este proyecto, se generarán 70 parcelas, que tendrán una superficie comprendida entre 1.000 y 13.000 metros cuadrados. No todas serán destinadas a suelo industrial, ya que una parte de ellas serán utilizadas para equipamientos públicos como un aparcamiento. Además, quedarán habilitadas seis calles.

A diferencia de otras obras realizadas en el polígono, “el diseño de la actuación tiene como precepto evitar en la medida de lo posible los desmontes” para intentar evitar la “ejecución de voladuras”, según recogen las bases del contrato de la obra. “Al ubicarse el proyecto sobre un substrato rocoso, cualquier desmonte a ejecutar presentara grandes dificultades a la hora de extraer el material, siendo habitual tener que recurrir a explosivos para su extracción. Estas explosiones, a pesar de que serán controladas, suponen molestias a los diferentes usuarios del ámbito”.

Las obras de urbanización también supondrán la construcción de las redes de servicios básicos: pluviales, saneamiento, abastecimiento, telecomunicaciones, alumbrado, red de baja y media tensión, riego, red contraincendios y gas.