La nueva urbanización de A Longueira: 482 viviendas y los equipamientos públicos junto al monasterio de Bergondo

Los promotores modifican este desarrollo urbanístico que empezó a tramitarse en 2003 | El arquitecto municipal emite un informe favorable al plan, pendiente aún de dictamen jurídico

Ordenación de la urbanización A Longueira, en Bergondo. |   // LA OPINIÓN

Ordenación de la urbanización A Longueira, en Bergondo. | // LA OPINIÓN / Antares Pérez

La nueva urbanización de A Longueira, en Bergondo, toma forma. Este desarrollo urbanístico, que comenzó a tramitarse en 2003 al amparo de las normas subsidiarias de 1992, se abre camino tras presentar la comisión gestora un plan de sectorización que modifica la ordenación del ámbito y reduce el número de viviendas, de las cerca de un millar proyectadas inicialmente a 482, según el proyecto definitivo que ha recibido ya el visto bueno del arquitecto municipal de Bergondo.

El plan de sectorización para la transformación del suelo apto para urbanizar R-3 A Longueira presentado en julio de 2021 dispone del informe favorable del arquitecto municipal condicionado a pequeños cambios previos a la aprobación del proyecto de urbanización, pero aguarda todavía por el dictamen del departamento jurídico. La demora impacienta a la comisión gestora, que registró recientemente un escrito en el que advierte al Ayuntamiento de las consecuencias legales que podrían derivarse del incumplimiento sin justificación de los plazos que estipula la normativa.

El nuevo proyecto de A Longueira no modifica únicamente el número de viviendas, sino que reformula totalmente la ordenación y cambia el trazado de los viales y la ubicación de los equipamientos públicos y zonas verdes. La nueva propuesta ha sido acogida con agrado por los técnicos del departamento de Urbanismo, que consideran que la unificación de los sistemas generales y locales de espacios libres y equipamientos públicos en la zona norte y este, en contacto con el monasterio de San Salvador de Bergondo y con Bergondiño, resulta más acorde con el plan general en tramitación. El plan de sectorización sitúa los equipamientos privados paralelos a la carretera autonómica AC-164 e introduce otro de dos plantas en el espacio dedicado antes a la rotonda de conexión con la AC-214.

La nueva propuesta elimina la plaza central rodeada de bloques de edificios de tres plantas proyectada inicialmente y plantea la única vivienda en altura de residencial colectiva (tres plantas) a lo largo de la carretera provincial DP-0808, en la ladera de mayor pendiente. El resto de la edificabilidad se reparte entre adosados y pareados.

Como ya informó este diario, el ámbito de A Longueira dispone de una superficie total de 358.283 metros cuadrados. El plan de sectorización establece una edificabilidad de 0,30 metros cuadrados por metro cuadrado y un aprovechamiento lucrativo total de 107.822 metros cuadrados. La comisión gestora plantea construir 48 chalés aislados, 75 pareados, 159 adosados y 200 pisos. En total, 482 viviendas, el 40% en algún régimen de protección pública.

La superficie destinada a espacios libres de carácter local es de 35.831 metros cuadrados a los que se suman 17.497 de sendas verdes entre las viviendas unifamiliares. En total, 53.329 metros cuadrados. El equipamiento público ocupará una superficie de 11.095 metros cuadrados.

El plan de sectorización mantiene el acceso principal a la carretera AC-214 y crea un acceso secundario a la carretera municipal de San Cidre y reformula los viales interiores.

El estudio económico cifra en 5,2 millones los ingresos iniciales que reportará esta urbanización al Ayuntamiento derivados de la capitalización del 10% del aprovechamiento urbanístico, los impuestos de obra y licencias.

Este proyecto vuelve a calentar la política municipal y ha abierto una fisura en el bipartito. El edil de Urbanismo, Juan Fariña, de Alternativa dos Veciños, acusó recientemente a su socia, la alcaldesa socialista Alejandra Pérez, de mantener encuentros “clandestinos” con los promotores de A Longueira y instó a la regidora a resistir las “presiones” y elevar a pleno para su aprobación inicial el plan general, que clasifica como rústicos los terrenos de esta urbanización. Alejandra Pérez replicó que todas sus reuniones son públicas y en horario laboral y defendió que A Longueira no condiciona el PXOM y que son procesos urbanísticos independientes: “Cada uno tiene vida pública”, incidió.

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