Entrevista | Arquitecta, máster en Rehabilitación Arquitectónica

Valle García: “Casa Carnicero se puede reconstruir pero no tendría sentido reproducirla tal cual”

“Primero hay que realizar una reflexión sobre cómo se llegó a esta situación con la legislación que hay que protege el patrimonio y luego analizar qué intervención es mejor”

Valle García, en su despacho.   | // L.O.

Valle García, en su despacho. | // L.O. / M. Villar

La arquitecta Valle García, especialista en rehabilitación arquitectónica, interiorismo y comisariado de exposiciones, es la autora, entre otros trabajos singulares, de la rehabilitación y dirección de obra de un edificio en A Coruña del año 1860, con máxima protección y elementos como ladrillos hechos a mano. Representante de una forma de construir y rehabilitar que busca la historia del inmueble y su entorno y valora los pequeños detalles, esta experta confirma que Casa Carnicero se puede reconstruir, pero quizá no sea la mejor solución.

La Fiscalía ha pedido responsabilidad penal y civil por la demolición de la Casa Carnicero, construida entre 1913 y 1915, y también solicita que los acusados, el alcalde y el arquitecto técnico, indemnice al Concello por el coste de la “reconstrucción del edificio”. Las piedras siguen allí y queda la parte inferior de la fachada. ¿Se puede reconstruir Casa Carnicero?

Claro, se puede reconstruir tal cual estaba. Sin embargo yo no veo adecuado reconstruirla para dejarla igual que estaba antes. Reconstruir un estilo pasado en nuestra época no es la tendencia actual, una vez que la memoria está perdida no tiene sentido repetir lo que existió, repetir todos los edificios que ya no están.

¿Qué cree que se debería hacer en este caso?

Primero hay que realizar una reflexión profunda, analizar por qué, cómo, se ha llegado a esta situación, la destrucción de un patrimonio. Existe suficiente legislación para proteger estos bienes y evitar su pérdida así que si se ha llegado a este punto hay que analizar qué ha pasado para que no se haya conservado. Insisto en que primero es necesario analizar por qué ha fallado la protección al patrimonio y después estudiar cuál sería la mejor intervención, no repetir lo que había, aunque en algún caso es válido, como cuando se debatió si se reproducía la aguja de Notre-Dame igual que estaba antes del incendio. Aquí se prefirió la reproducción exacta porque se entendió que era un daño a la memoria de la población.

En Casa Carnicero vecinos y entidades alertaron durante años, antes del incendio y del derribo, de su progresiva ruina y la necesidad de rehabilitar el edificio protegido.

A veces los propietarios y las administraciones no hacemos bien los deberes. En A Coruña también hay muchos edificios que se vienen abajo o caen cascotes de la fachada y quedan en la calle, como ha ocurrido en Varela Silvari. Cuando pasa esto es que no se han hecho bien las cosas porque existe legislación suficiente para evitarlo, quizá no se aplica o se tenga que ser más flexible. Hay que buscar fórmulas.

Los concellos instan a los propietarios a arreglarlos, incluso imponen multas, pero a veces los dueños tampoco tienen recursos para costear una rehabilitación, que es cara.

La legislación deja claro que los responsables son los propietarios pero también las Administraciones. Se puede llegar a la expropiación pero también hay otras soluciones. Un ayuntamiento por ejemplo puede acometer las obras de rehabilitación y luego quedar con un derecho sobre esa vivienda, con una carga. Existen fórmulas, pero hay que aplicarlas para que no se pierda este patrimonio. Rehabilitar sí, es costoso. Pero se pueden buscar fondos como los Next Generation para actuaciones de conservación del patrimonio.

En el caso de la Casa Carnicero, entonces, usted no volvería a reproducir el original, el edificio modernista montañés de González Villar.

Creo que en el momento actual no sería la mejor opción reproducirlo de forma exacta. Sí se podría hacer una lectura, con los elementos que existen, de lo que fue, para que evoquen la historia de la casa y del entorno, donde en su día había aquellos parques de ostras en la ría. En rehabilitación hay que leer las cicatrices también del patrimonio. Los restos que han quedado se pueden reintegrar en el paisaje de alguna forma y realizar una intervención contemporánea, casi de arte conceptual. Se podría hacer un parque por ejemplo, conservando parte de las ruinas.

Se hizo algo similar en el parque Ibarrola de Montrove. Se dejaron las ruinas de los edificios, sin reconstruir, y se convirtió en un jardín romántico.

Es una solución. Una arquitectura que cuente la memoria. Yo he rehabilitado edificios integrando huellas de su pasado, un tabique, una madera quemada. Es bonito que se vea la historia, el paso del tiempo en un elemento.

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