Cuenca del Mero: el 1% de Galicia abastece al 15% de la población y la tecnología ya es obsoleta

Emalcsa quiere renovar instalaciones, reducir los altos costes de mantenimiento, racionalizar el consumo y ser más sostenible | Resalta que el precio del agua es “muy bajo” y estudiará si puede usar otras “fuentes de suministro”

Estación de tratamiento de Emalcsa en Cañás.

Estación de tratamiento de Emalcsa en Cañás. / Carlos Pardellas

La cuenca del río Mero representa menos del 1% de la superficie de Galicia y abastece al 15% de la población, unos 400.000 habitantes de la comarca de A Coruña, además de consumidores intensivos como la refinería o las plantas de Estrella Galicia y Coca Cola. Y lo hace con instalaciones de tratamiento que están obsoletas en gran parte, algunas de los años veinte del siglo pasado.

La Empresa Municipal de Aguas de La Coruña (Emalcsa), que gestiona todas las fases del ciclo integral del agua en los concellos del área, abrió una consulta preliminar de mercado, hasta el próximo 22 de febrero, que tiene como objetivo recopilar información para después realizar contratos con los que dar un salto cualitativo en la gestión del agua: mantener la calidad pero mejorando la sostenibilidad y haciendo un uso más racional del agua, contar con la tecnología más nueva para realizar más analíticas y poder tener datos en tiempo real de cada afluente que desemboca en Cecebre y adaptarse así a la nueva normativa europea. También quiere reducir los importantes costes en la factura de la luz que tienen los actuales sistemas, por los bombeos y rebombeos y en el tratamiento: el mantenimiento y el gasto energético supone el 15% de los costes de Emalcsa.

Esta consulta de mercado no es solo para recoger información y saber qué servicios sacar a contratación para poner al día el sistema de abastecimiento de agua potable de la comarca con la tecnología más moderna. También se pretende “promover la participación” de ciudadanos o entidades, que quieran presentar propuestas ante los retos que tiene Emalcsa, que este año cumple 120 años.

Emalcsa distribuye cada año a través de una red de tuberías de 650 kilómetros, un total de 31 mil millones de litros de agua a personas y empresas de A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo, Oleiros, Sada, Carral y Bergondo. Una parte muy importante del coste de este servicio se va en bombear toda esta agua del embalse de Cecebre hasta la planta de tratamiento y luego rebombear a diferentes presiones a los concellos.

Antes de distribuir a los consumidores el agua, ésta pasa por la estación de tratamiento de Cañás en Carral, que fue construida en los años veinte del siglo pasado (es la más antigua de España en funcionamiento) y según ha constatado Emalcsa, “necesita una renovación global para poder operar en condiciones de eficiencia y seguridad”, tanto por caudal como por calidad del agua. Por su antigüedad ahora solo está operativa a la mitad. En el complejo de la estación de tratamiento de A Telva en Cambre, una planta es de los años sesenta y la otra tiene tecnología de los años ochenta, del siglo pasado. El estado de los bombeos está mejor y su sustitución “no es tan inminente”, aunque precisaría contar con nuevas tecnologías que mejoren su rendimiento. Destaca que la red tiene varios “puntos críticos”. Todas estas mejoras, según estima, costarían entre 15 y 20 millones, y quiere concurrir a fondos europeos.

La empresa también tiene como objetivo, dentro de la finalidad de racionalizar el uso del agua por criterio de sostenibilidad, potenciar “el uso de fuentes complementarias”, diversificar las fuentes de suministro, aportar agua “desde otros contextos diferentes al natural” e incluso utilizar “diferentes calidades de agua para diferentes usos”. Emalcsa también quiere adaptarse a los tiempos actuales, proteger las aguas subterráneas y recuperar espacios naturales, pero además necesita poder adaptarse a la nueva legislación, la Ley de Servicios de Atención al Cliente, para mejorar la protección de los consumidores y usuarios.

Menos de 5.000 quejas

Esta nueva ley (en anteproyecto) impone una mayor atención al cliente para resolver quejas y reclamaciones en un plazo máximo de un mes, atendiendo los 365 días del año y las 24 horas, y gratuitamente. Será obligatorio implantar un sistema de evaluación de calidad y auditarlo.

Según Emalcsa, al año no llega ni a 2.000 operaciones de contrato de suministro (incluyendo cambios de titular y subrogaciones), sobre un total de 136.000 contratos actuales. En cuanto al número de quejas y reclamaciones, afirma que tiene “menos de 5.000 expedientes” al año, sobre un total de 600.000 facturaciones (sobre todo por facturas o problemas en los contadores, aunque también algunas por problemas de presión, reparaciones o plazos de desprecintado de cortes de impagos). En general en la comarca hay satisfacción por la calidad del servicio y del producto. En cuanto a la atención telefónica, Emalcsa recibe “más de 60.000 llamadas al año), mientras que en atención presencial cuenta con unas 15.000 visitas al año de media. En la oficina virtual tienen registrados a menos de 5.00 usuarios “y su uso es prácticamente nulo”.

Esta empresa del agua destaca que el 100% del coste del servicio de captación, tratamiento y suministro de agua está cubierto con la tarifa, a pesar de que el precio es “muy bajo” con respecto a las necesidades de aplicar nuevas normativas y las inversiones pendientes.

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