El coste de destapar el último tramo del río Maior se cuatriplica y alcanza los 6,7 millones

La Xunta entrega al Concello el proyecto, presupuestado inicialmente en 1,5 millones | Los ediles del actual Ejecutivo siguen sin realizar el simulacro que forzaron hace más de un año

Tramo del río Maior en el entorno de As Brañas, en Sada. |   // LA OPINIÓN

Tramo del río Maior en el entorno de As Brañas, en Sada. | // LA OPINIÓN / Antares Pérez

El Concello de Sada dispone ya del proyecto  para la reapertura del tramo final del río Maior. Técnicos de Augas de Galicia y los redactores del plan se reunieron este jueves con la alcaldesa, María Nogareda, para facilitarle un ejemplar del proyecto, pendiente aún de supervisión técnica y ambiental.

El presupuesto de esta actuación, que cambiará por completo el centro de Sada, se cuatriplica y pasa de los 1,5 millones previstos inicialmente a los 6,7 millones, según avanzó ayer el Gobierno municipal.

Se trata de una intervención que la Xunta considera prioritaria para minimizar el riesgo de inundaciones en el entorno de As Brañas y para la que ya ha reservado una partida de 1,5 millones en el presupuesto del ejercicio en curso.

El Concello ha recibido el proyecto constructivo sin cumplir el acuerdo de realizar el simulacro de tráfico, acordado en febrero de 2022. Fueron precisamente los partidos que gobiernan ahora en Sada los que impusieron la condición de realizar este simulacro, sin esperar a disponer del plan, para analizar la viabilidad de la obra.

Han transcurrido ya más de cuatro meses de la moción de censura que catapultó a la oposición a Benito Portela y la realización de esta simulación sigue sin fecha. En un comunicado remitido a los medios, el gobierno que preside María Nogareda evita poner fecha para esta simulación y se limita a decir que ha informado a los responsables autonómicos de que ha adquirido el compromiso de realizar una “consulta al pueblo”, motivada por la previsión del proyecto “de peatonalización total de las calles Venezuela y Bergondo, además de cambios importantes en el tráfico de la zona”. El Ejecutivo no pone fechas y carga contra sus antecesores por demorar durante meses la realización de este simulacro.

Escudo contra inundaciones

La posibilidad de descubrir el tramo final del río, que fue canalizado en la década de los setenta, sobrevuela desde hace años en Sada y cobró fuerza tras las históricas inundaciones de 2016, que llevaron a partidos y vecinos a reclamar que se analizase la viabilidad de esta actuación, que permitiría que el río volviese a discurrir a cielo abierto desde la rotonda del instituto hasta la desembocadura.

El incremento del coste del proyecto podría demorar esta actuación, todavía sin fecha. El Gobierno local apunta en su comunicado que “llegado el momento, las partes tendrán que buscar la financiación necesaria”.

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