El ‘feirón’ de Arteixo que divide opiniones

El entorno del balneario de Arteixo recuperó en la mañana de este sábado su bullicio comercial con el regreso del feirón a este enclave. Los comerciantes volvieron este fin de semana al emplazamiento habitual de sus puestos, una vez culminadas las obras que afectaron al paseo do Balneario, junto al río. Lo hicieron con puntos de vista dispares y contrapuestos acerca de la idoneidad de retornar al lugar en el que trabajaban normalmente.

Las labores de acondicionamiento de la calle provocaron que el mercadillo semanal se desplazase durante los últimos seis meses al otro margen del río, a la calle Alcalde Baldomero González, debajo del Ayuntamiento. Algunos de los feriantes se mostraron satisfechos por recuperar zona anterior. “Los clientes son siempre los mismos y vendemos igual en un sitio o en otro, pero están más contentos aquí porque tienen más sitio para aparcar y les resulta más cómodo estar en una zona más amplia”, explica uno de los tenderos situados en la plaza do Balneario. En su caso, asevera que las ventas no se redujeron en el la feria provisional. El tema del estacionamiento encuentra posiciones confrontadas. Otros negocios preferían trabajar en Baldomero González porque sentían que tenían más espacio para estacionar los vehículos fácilmente.

El ambiente que se respira entre los compradores es un factor diferencial. “Esta zona es más cómoda porque hay mucho mejor ambiente, con los bares. El otro es un sitio que para algunas personas sería más cómodo, pero no para mí”, expone un frutero.

“Aquí estamos más agrupados. En la otra calle estábamos también juntos, pero de otra manera, todos en hilera”, defiende otro vendedor, que prefiere la disposición que hay en la plaza, aunque reconoce que la primera jornada de regreso estaba siendo floja. Otra trabajadora, por el contrario, defendió el encanto que para ella suponía “tenerlo todo seguido, comenzando en un lado por la ropa” hasta llegar al otro, donde estaban los puestos de productos alimentarios. Ella sí notó un aumento en las ventas en su puesto de patatas, huevos y hortalizas en los meses en los que instalaba su producto en la explanada debajo del Concello.

Una de las dependientas más críticas con el regreso a la ubicación anterior puso sobre la mesa la dificultad de acceso en coche para los mercaderes. “Estamos todos acumulados en la plaza. Es muy complicado entrar aquí con los coches para cargar y descargar nuestra mercancía porque solo hay una vía de acceso y salida”, lamenta.

Se plantearon la tercera opción: el campo da festa, en el que se instalaron durante la pandemia. Esta idea recibe algún rechazo rotundo, alegando el único punto bueno era la cubierta en caso de lluvia. Para otros feriantes, esta es una ventaja a la que aferrarse para regresar a su cobijo. Para otros “era el mejor lugar de todos” por la proximidad a los aparcamientos de los hipermercados de alrededor. Aunque las superficies comerciales pudiesen arrastrar a la clientela, ellos aseguran que tenían un volumen de ventas mayor que ahora.

Los negocios que mejor rindieron en la mañana de este sábado fueron las floristerías. Un par de establecimientos hicieron tuvieron trabajo durante toda la mañana en la víspera del Domingo de Ramos para abastecer a su clientela. “Me gustaba más el sitio de antes porque podía tener allí la furgoneta, pero entiendo que para la gente esto es más céntrico”, opina el florista particular, Ovidio Lage.

Feirón de Arteixo

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