El patrimonio que emergió con el bum eólico en Oza-Cesuras

Vecinos forman una Brigada da Paisaxe para rescatar los bienes culturales y naturales del municipio y difundirlos a través de rutas

Integrantes de la Brigada da Paisaxe de Oza-Cesuras con el alcalde y participantes en una ruta nocturna.

Integrantes de la Brigada da Paisaxe de Oza-Cesuras con el alcalde y participantes en una ruta nocturna. / Antares Pérez

Para preservar algo, para atesorarlo, antes hay que conocerlo. Es la premisa de las Brigadas da Paisaxe de Oza-Cesuras, formadas por vecinos que con el apoyo del Concello y expertos han redescubierto, oculto por la maleza o el olvido, el rico patrimonio que atesora el pueblo.

El bum de la energía eólica actúo como catalizador. La preocupación generada por el aluvión de proyectos en lugares como el Monte do Gato y otros puntos del territorio propició la creación de numerosas plataformas, tantas como parroquias, para intentar frenar la puesta en marcha de megaparques en los que ven una amenaza para los núcleos rurales, las explotaciones forestales, ganaderas o agrícolas y los valores naturales y culturales del territorio.

La preocupación dio pie a movilizaciones, pero también a hallazgos: petroglifos, mámoas, restos visigodos y romanos o minas medievales que afloraron en los lugares a afectados por los proyectos eólicos, patrimonio que no figuraba en los documentos y que obligó finalmente a modificar varios de los planes.

Fue el caso de Mónica Fernández-Aceytuno, que alertó de la existencia de unos túmulos funerarios sin inventariar que formaban parte de la necrópolis megalítica de Monte do Gato, o posteriormente, de la plataforma SOS Patrimonio Monte do Gato-Seselle, que descubrió unos petroglifos. En los últimos meses, colectivos como Aire Limpo nas Mariñas advirtieron del impacto de los planes en tramitación en los restos de la Torre de Teodomiro o informaron a la Dirección Xeral de Patrimonio del descubrimiento de una ara romana en una finca de Aranga.

Con el propósito de sacar a la luz los tesoros del municipio, la Brigada da Paisaxe de Oza-Cesuras ha impulsado la realización de mapeos colectivos. Bruno Prada, contratado como paisajista por el Concello e impulsor de este colectivo, explica que este rastreo parroquia a parroquia para dibujar esta cartografía rescatada del olvido ha ido de la mano de la puesta en marcha por el Ayuntamiento de un visor patrimonial.

Para involucrar a la ciudadanía en la conservación de este patrimonio, esta brigada organiza ahora rutas en colaboración con el Concello. Medio centenar de personas participaron ayer en un itinerario nocturno guiado por el arqueólogo Antón Malde para recorrer una geografía enriquecida con nuevos tesoros que aspiran a preservar del bum eólico.

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