Las lecciones de la migración

“Estas personas deberían ser los verdaderos modelos de nuestros hijos, los verdaderos influencers, para enseñar cómo debemos hacer en la vida”, sostiene la profesora del colegio Isidro Parga Pondal Alicia Tojeiro sobre los inmigrantes que protagonizan su último proyecto educativo: una iniciativa la que los escolares de 5º curso del centro oleirense trabajaron sobre las migraciones desde diferentes perspectivas, en un proyecto transversal que abarcó desde estudiar las causas de los desplazamientos poblacionales, como guerras o catástrofes naturales, hasta analizar las descripciones a nivel lingüístico, realizar figuras con manualidades sobre cómo se imaginaban a los seis perfiles —antes de conocer a las personas reales— y entrevistarlos. Con el título de +Hu-manos, la actividad impulsada por Alicia Tojeiro junto a su compañera de 5º curso del colegio Irene Mandiá contó con la participación de las ONG Ecos do Sur y Accem y con las docentes universitarias Adriana Ávila (Universidade da Coruña), Lorena Añón y Alba Souto (Universidade de Santiago de Compostela). Los resultados de los trabajos y una exposición en vivo de alumnos y de los seis migrantes que participaron se mostrarán este viernes, de 10.00 a 13.30, en la Fundación María José Jove de A Coruña.

Contribuir a “cambiar el imaginario social” desde el planteamiento del “aprendizaje-servicio” es el fin último del proyecto, explica Tojeiro. Al principio, los escolares no sabían que se iban a encontrar con seis migrantes reales, de modo que sus trabajos se basaron en sus conjeturas, muchas veces, extraídas de los estereotipos que nutren “muchos contenidos de producciones audiovisuales”, apunta su profesora. “Cuando ya tienen terminado todo, en un periodo de mes y medio, se les explica que las personas son de carne y hueso, reales, y van a venir al aula y tienen que preparar las entrevistas. Y al entrevistarlos descubren la verdadera historia que hay detrás: aquí surge realmente toda la importancia de ver los valores que hay detrás”, reflexiona la docente.

“Estas personas migrantes normalmente son calificadas con adjetivos negativos cuando la realidad es que pueden aportar mucho a nuestros niños. Tras entrevistarlos, salen adjetivos como ‘valientes’, ‘luchadores’, ‘resilientes’, ‘trabajadores’, ‘amables... Son todos esos adjetivos que en el aula se les pide a los niños que sean”, zanja la maestra. Y ve en los migrantes un buen ejemplo de que “la vida no es en línea recta”. “Muchas veces tendemos a proteger a los niños para evitarles cualquier frustración y eliminamos lo que va ser la vida. Y la vida no va a tener piedad, va a tener curvas y hay que enseñarles a manejarlas desde que están creciendo para su bienestar emocional”, defiende Tojeiro. Y añade: “No siempre el príncipe salva a la princesa”.

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Las historias —“con final feliz”— que han servido de ejemplo a los niños del Parga Pondal son las de María del Carmen (República Dominicana), Olena (Ucrania), Serhii (Ucrania), Nidia (Colombia), Anas Jaber (Palestina) y Ahmad (Siria). Los chicos y sus nuevos referencias compartirán hoy sus experiencias en la presentación.

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