Coirós expulsa del pabellón a una escuela de artes marciales tras una denuncia por agresión de un monitor

El técnico apunta al presidente del club como responsable de la agresión | La concejalía de Deportes denuncia además la instalación de cámaras sin permiso en el polideportivo | El denunciado, guardia civil, niega todas las acusaciones: “Los que van de víctimas son los verdugos”, afirma

Jornada de taekwondo organizada por el Concello y el club.  | // L.O.

Jornada de taekwondo organizada por el Concello y el club. | // L.O. / Antares Pérez

El Concello de Coirós ha ordenado el cese de la actividad que realiza una escuela de artes marciales en las instalaciones municipales, concretamente en el pabellón polideportivo. El Ayuntamiento adoptó esta decisión tras la denuncia interpuesta por un monitor de actividades deportivas contra el responsable de este club, el Taekwon-Do Kickboxing ITF Coirós, por una supuesta agresión.

A consulta de este diario, el concejal de Deportes, Juan Carlos García Barreiro, que inicialmente se mostró reacio a hacer declaraciones, sostuvo que esta orden de cese obedece también a la colocación de cámaras en las instalaciones municipales sin autorización, una anomalía que habría propiciado supuestamente el enfrentamiento con el técnico. “Se han adoptado las medidas que se tenían que tomar, se pasó de la raya, está todo denunciado”, afirma tajante este concejal, que relata que ya en el pasado se produjeron quejas por la forma de proceder del responsable del club.

"Se pasó de la raya, está todo denunciado", sostiene el edil de Deportes

El presidente de esta escuela niega rotundamente las acusaciones. “No hubo ninguna agresión, tengo testigos”, afirma tajante este instructor, guardia civil de profesión, que dice no saber “nada” de la instalación de las cámaras: “Es una denuncia falsa, aquí la presunción de inocencia brilla por su ausencia, los que van de víctimas son los verdugos”, critica el denunciado, que sostiene que las “hostilidades” arrancaron “nada más formar el club”. Él se muestra convencido de que la denuncia se archivará y deja claro que, cuando esto ocurra, exigirá responsabilidades por lo ocurrido.

"Es una denuncia falsa, los que van de víctimas son los verdugos", defiende el presidente del club

Discrepancias aparte, el club acata la orden de cese de la actividad que le fue trasladada el pasado martes por el Concello. Esta escuela de artes marciales dispone de quince días a contar desde la notificación para abandonar las instalaciones. “Estamos recogiendo las cosas”, apunta el responsable del club, que afirma haber recibido ya invitaciones de municipios limítrofes para utilizar sus instalaciones.

El alcalde de Coirós, Francisco Quintela, ha evitado pronunciarse sobre este conflicto. El regidor respondió tajante a este medio que no hablará sobre ese asunto, se desvincula de la orden de cese y atribuye la decisión exclusivamente al concejal de Deportes.

Reclamación del BNG

Quien sí se ha pronunciado sin medias tintas sobre este conflicto es el BNG de Coirós. Su portavoz, Pura Ferreño, presentó el pasado 24 de abril un escrito por Rexistro para instar al Concello a abrir un expediente administrativo tras la denuncia de agresión del monitor y a decretar el cese inmediato de la colaboración del Concello con el responsable de este club de taekwondo.

“No es la primera vez que esta persona crea problemas por su actitud agresiva y violenta, tanto con otros usuarios de las instalaciones como con trabajadores municipales”, afirma la concejala, que ya presentó en noviembre de 2022 una iniciativa a pleno en la que hacía alusión veladamente a conflictos en el uso de los locales municipales, especialmente derivados de solapamientos horarios, provocados, supuestamente por este club, y en el que instaba al Concello a intervenir y aprobar un manual de buen uso de las instalaciones que estipulase los horarios.

La iniciativa prosperó y dejó una curiosa foto, la de las manos levantadas de dos ediles del PP mientras que el resto del Ejecutivo popular, alcalde incluido, se abstuvieron.

A lo largo de los últimos días, varios vecinos se pusieron en contacto con este diario para denunciar la situación y exigir que se tomasen medidas.

La Guardia Civil se limita a decir que ha abierto una investigación interna.

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