Eterna espera por el BIC del Museo Carlos Maside: sin fecha pese a acordarlo el Parlamento en 2010

“El expediente está muy avanzado pero no voy a dar plazos porque no quiero incumplirlos”, defendía un cargo de la Xunta en 2021 EEl Consello da Cultura pidió esta distinción en 2018

Vista general del Museo Carlos Maside. |   // LA OPINIÓN

Vista general del Museo Carlos Maside. | // LA OPINIÓN / Antares Pérez

“El BIC está muy avanzado pero no voy a dar plazos porque no quiero incumplirlos después”. La frase fue pronunciada el 27 de septiembre de 2021 por el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, en unas jornadas organizadas por el Consello da Cultura Galega para poner bajo el foco la situación de abandono del Museo de Arte Contemporáneo Carlos Maside, cerrado desde 2016.

Todos los expertos coincidieron entonces en reclamar su declaración sin más demora como Bien de Interés Cultural, una distinción pendiente desde 2010, cuando el Parlamento acordó por unanimidad iniciar los trámites, y que el Consello da Cultura Galega refrendó hace un lustro con un informe que advertía de la importancia de proteger este “conjunto singular y único del patrimonio cultural gallego”.

A pesar del consenso cultural y político, este centro a caballo entre el arte y la industria impulsado durante el franquismo por Cerámicas do Castro y el Laboratorio de Formas de Galicia para rescatar la vanguardia artística gallega, solo dispone actualmente del escudo que le proporciona el plan general de Sada.

El abandono del proyecto impulsado por Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane que acercó las vanguardias europeas a este rincón de O Castro, en Sada, se percibe desde fuera en las telarañas, los cristales rotos y polvorientos y los desconchados en la fachada del edificio diseñado por Andrés Fernández Albalat. El interior es inaccesible para el público, pero según informó la Xunta en base al último inventario realizado, hay depositadas más de dos mil obras y al menos el 7% presentaban indicios de deterioro.

El centro atesora obras de Castelao, incluidas las máscaras teatrales de Os vellos non deben namorarse, y de figuras claves de la plástica gallega de vanguardia como Maruja Mallo, Francisco Asorey, Francisco Llorens, Maside, Seoane, Lugrís, Arturo Souto, Colmeiro, Granel o Xosé Frau.

La tardanza del Gobierno gallego en incoar el expediente BIC pese a defender públicamente que mantiene “intacto su compromiso” llevó este sábado a un grupo de personas, incluidos los herederos de Isaac Díaz Pardo, a concentrarse nuevamente frente al museo por iniciativa del BNG.

El grupo Sargadelos se ha manifestado en contra de la declaración de Bien de Interés Cultural al entender que supondría un “cortapisas” para la actividad de la fábrica y ha atribuido en parte la tardanza en reabrir el museo a la falta de compromisos concretos por parte de las administraciones públicas.

La Fundación Sargadelos anunció la reapertura del museo Carlos Maside este verano, pero los desacuerdos sobre la gestión que enfrentan al grupo empresarial con los herederos de Isaac Díaz Pardo — que acusa a Sargadelos de pretender apartar de la dirección al Laboratorio de Formas y pervertir la filosofía original del proyecto por intereses mercantiles—, van camino de acabar en los juzgados.

El Gobierno gallego defendía en 2021 la necesidad de conjugar los “legítimos intereses de la propiedad [en alusión a Cerámicas do Castro] con el de las administraciones que se quieran implicar”. La Consellería de Cultura reconocía ya entonces el deficiente estado del museo y la necesidad de realizar una rehabilitación integral. Prometía financiación, pero sin fijar importes ni plazos: “Queremos que sea cuanto antes, pero no depende solo de la Administración, hay muchos cuellos de botella, muchos nudos que deshacer”,  argumentaba Anxo Lorenzo en las jornadas promovidas por el Consello da Cultura Galega.

Los herederos de Díaz Pardo cuestionan los argumentos esgrimidos por la Xunta, a la que acusan de anteponer los intereses de la empresa a la protección de un patrimonio único. El BNG, que comparte la crítica, avanza que presentará nuevas iniciativas en el Parlamento ante la “inacción” del Ejecutivo gallego.

La oportunidad Europea

Expertos advierten de que la demora en declarar Bien de Interés Cultural no supone únicamente un riesgo a nivel patrimonial, sino que supone un escollo para lograr financiación y apuntan a la necesidad de aunar esfuerzos para no perder el tren de los Next Generation.

Este fondo de recuperación temporal aprobado por el Consejo Europeo en julio de 2020 supuso un revulsivo para bienes patrimonio abandonados durante décadas como O Pasatempo de Betanzos.

Expertos como Patricia Gabeiras apremiaban ya en 2021 a no perder la “oportunidad histórica” y defendía que esta Bahuaus gallega “encajaba perfectamente” en los objetivos que marca la UE para canalizar las ayudas.

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