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La búsqueda de los restos de dos guerrilleiros de Culleredo en Mesía recurre a una máquina

El equipo continúa los trabajos en un cementerio de Visantoña, en Mesía, con presencia de familiares de los represaliados y vecinos, y confía en localizar este jueves los cuerpos

Máquina retroexcavadora incorporada a la búsqueda de los restos de los guerrilleiros de Culleredo en Visantoña, Mesía.

Máquina retroexcavadora incorporada a la búsqueda de los restos de los guerrilleiros de Culleredo en Visantoña, Mesía. / LOC

Culleredo

Los trabajos para localizar los restos mortales de dos guerrilleiros de Culleredo represaliados por el franquismo en 1952 han incorporado una máquina para reforzar la excavación, ante el elevado volumen de relleno que presenta la zona del cementerio en la que se busca. El vicepresidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica y coordinador del proyecto que trata de recuperar los restos mortales de José Galán Núñez y Manuel Ramiro Souto, Marco González, confía en que podrán encontrarlos este jueves, ya que la información que manejan, de documentos y de testimonios de vecinos, les ha permitido trabajan en una zona muy acotada, en la que solo han tenido que salvar la dificultad de haberse depositado mucho relleno.

Los trabajos se demoraron este miércoles hasta que el equipo, que integran diez personas, pudo disponer de una pequeña retroexcavadora, sobre las 16.00. Las labores se realizaron durante toda la tarde y contaron con el acompañamiento de familiares de José Galán, que estuvieron “todo el día” con el equipo y “muchos vecinos”. Y “todos dicen: tienen que estar ahí”, relata González. “Y hay un detalle del que todo el mundo se acuerda: de una ventana de la trasera de la iglesia. Nos contaban varios vecinos que cuando hacían la catequesis, desde la ventana justo señalaban que ahí estaban los fuxidos. Los comentaban los niños del pueblo. Como son asesinatos muy recientes, muchos vecinos eran niños y hoy se acuerdan. Como una señora de 90 años con la que hablamos”, cuenta el coordinador del proyecto. “En Visantoña, un suceso así quedó marcado en el pueblo. Y era una partida de guerrilleiros que debía de ser bastante conocida en la zona”, señala González.

Los represaliados fueron asesinados por la Guardia Civil en junio de 1952 cuando fueron localizados en las inmediaciones de la casa de un amigo que les había ayudado y junto a otro antifranquista, después de dormir esa noche en la cuadra. Al detectar la presencia de la Guardia Civil, intentaron huir iniciando “un violento tiroteo con disparos y bombas de mano que los obligó a recluirse nuevamente en la corte”. El compañero, Juan Couto, salió brazos en alto y aseguró que Galán y Ramiro yacían muertos.

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