Moda lenta con sello de Cerceda

La vuelta al colegio suele ser sinónimo de renovación, tanto personal como de armario. Las primeras semanas de septiembre llegan con nuevas tendencias, una nueva pieza o complemento que todo el mundo debe tener para estar al día en otoño. Esta continua hiper consumición textil es la razón por la que nace ROADE, la marca de ropa sostenible de María Roade. Natural de Cerceda la fundadora explica cómo fabrican las colecciones en pequeños talleres gallegos.

Roade comenzó su incursión en la moda con la cooperativa Fieito, una iniciativa también de Cerceda centrada en el sector ecológico sostenible, donde lleva siete años. “Todo el aprendizaje de todos estos años de la venta online me ha llevado a querer investigar más acerca de los procesos, investigar las fábricas que hay por aquí por Galicia, donde el sector de estilo es bastante rico y hay bastante tradición, y a conocimientos por mi cuenta”.

La emprendedora acaba de lanzar la segunda colección de su marca, bajo el nombre de Lar. Destinada a la temporada de otoño e invierno está fuertemente inspirada por Galicia, señala. “Nos inspira un poco todo, desde una canción hasta un cuadro. Esta colección está un inspirada en el hogar rural, la calidez del hogar, el cariño, las casas antiguas de tierra del rural gallego”.

“Son prendas de punto, muy amorosas, muy gorditas, muy cálidas. Ese tipo de prenda que no pasa de moda y siempre la vas a tener ahí para poder recurrir a ella o incluso heredarla como en mi caso”.

Las prendas también parten de la obra llena de geometrías y colores vibrantes de la artista ucraniana Sonia Delaunay. “Queríamos combinar cosas que nos inspiran. Un sentimiento que nos hace sentir bien, como el estar en el hogar, con la obra de esta artista, porque nos parece visualmente muy atractiva, y queríamos darle sentido a la colección con estos conceptos, que aúna lo tradicional, con lo más moderno”.

Roade importa los tejidos de lana de merino y alpaca desde Italia. “Nuestra premisa es que todos los materiales con los que trabajamos son materiales de origen ético y son ecológicos, o sostenibles, o que tienen algún tipo de certificación que lo avala”, explica la diseñadora. “Los talleres también nos pusieron en conocimiento de qué tipo de tejidos ofrecen las fábricas de hilos. Cuando los escogemos los tejemos todo aquí en Galicia en un radio de 50 kilómetros”.

La emprendedora define a cada prenda como una obra de arte donde se cuida cada detalle, con una calidad que prima la duración por encima de lo superficial. Para Roade comprar conscientemente moda sostenible, aunque sea un precio mayor a lo que la gente está acostumbrada, es como llevar puesto sus valores. “Hay mucha gente que ya está concienciada y que entienden que los salarios en Galicia no son lo mismo que en China. Lo que sí que se puede comparar es la calidad y los valores que tú quieres transmitir con lo que haces. Al final tus compras son un voto, estás apoyando una forma de producir para que en un futuro los pocos que son ahora sean más y se dejen de lado ese tipo de prácticas nocivas para todos”.

La diseñadora ve ahora un cambio de corriente, en el que España todavía va algo retrasada. “La globalización, nos ha traído cosas buenas, pero también cosas malas. Ahora se está volviendo a valorar lo hecho aquí, el apoyo a la economía local, a la gente. Al final la riqueza de tu entorno es riqueza para ti también”, concluye.

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