Declarada culpable por unanimidad la acusada de matar a su marido en Paderne

El jurado popular considera probado que en el momento de los hechos tenía sus facultades parcialmente alteradas. La Fiscalía y la defensa piden una pena de diez años de cárcel

La acusada durante la lectura del veredicto.

La acusada durante la lectura del veredicto. / Carlos Pardellas

El jurado popular, compuesto por nueve personas, decidió este miércoles en la Audiencia Provincial de A Coruña declarar «culpable» por unanimidad a Pilar Golpe, de 63 años, acusada de matar a su marido, Manuel Lousas, entre el 20 de diciembre de 2022 y el 20 de enero de 2023. El tribunal considera también probado que en el momento de los hechos tenía sus facultades parcialmente alteradas. La mujer admitió durante el juicio haber matado con un raño a su marido mientras este descansaba en la cama de su vivienda familiar, alegando que le estorbaba porque le hacía «muchas putadas» y estaba «muy cansada» de él.

La Fiscalía pide diez años por asesinato con la eximente incompleta de alteración psíquica y aplica la atenuante de alcoholismo que anula la agravante de parentesco. Tal y como indicaron los forenses que testificaron en el juicio, el estudio de imputabilidad realizado a la acusada demuestra que esta presentaba un trastorno bipolar y de la personalidad sobre el espectro afectivo, pero no el psicótico, además de un «leve» deterioro cognitivo. «Era consciente de lo que hacía, y era capaz de discernir el bien del mal. Sus patologías no anulaban su juicio», declararon.

Aseguraron que su relato «no era delirante», y que pudo influir el hecho de que la acusada no estaba tomando la medicación que tenía prescrita, al igual que su marido, que padecía una esquizofrenia. Este hecho podría haber provocado un episodio de «irritabilidad en ella, que puede generar una respuesta poco meditada, como fue su caso, ya que no pensó en las consecuencias», puesto que el matrimonio había dejado de recibir ayuda asistencial. «Era una persona vulnerable en una situación de estrés», indicó declaró por videoconferencia un antropólogo forense de la Unidad de Antropología Forense del Imelga.

La víctima recibió cuatro golpes que le provocaron un «gran traumatismo craneoencefálico» en la zona izquierda del cerebro, «con un objeto contundente tipo martillo de 24 milímetros de ancho» y que tras primer golpe, la muerte puedo producirse en segundos.

En la segunda sesión del juicio comparecieron los agentes que entraron en la vivienda de Paderne el 20 de enero del 2023, tras la llamada de unos vecinos, alertados por no ver a nadie en días por la casa, mientras ella se encontraba ingresada en el Chuac por una dolencia física desde el 7 de enero.

Fue entonces cuando, tal y como indicó un agente de la Guardia Civil de Sada, descubrieron el cadáver del hombre, de 64 años, cubierto por una manta en la cama y con la cabeza envuelta una bolsa de plástico. «Cuando entré, enseguida percibí el olor a descomposición, y encontramos el cuerpo sin vida de Manuel en la segunda planta», dijo.

Los testigos aseguraron en la celebración del juicio que la vecina de Paderne había dejado de tomar la medicación que tenía prescrita a causa de sus problemas mentales en noviembre de 2022, después de que el matrimonio dejase de recibir ayuda asistencial en el hogar por «agresiones y tratos inconvenientes de la acusada hacia ellos». Es por el eso que su letrado alegó que la acusada «era consciente pero no era algo voluntario, ya que no estaba en sus cabales», por lo que aseguró desde un primer momento que la actual pena que solicitaba la Fiscalía, de un total de 20 años de prisión, era «excesiva por la falta de pruebas».

Por ello planteó inicialmente en su intervención la absolución por la vía de la eximente completa o, subsidiariamente, eximente incompleta por trastorno mental. “La responsabilidad en este caso está totalmente imprecisa», incidió al destacar que su clienta padecía “un brote psicótico».

La acusada fue detenida el 1 de marzo de 2023 en el hospital de A Coruña en el que seguía ingresada en ese momento a causa de una dolencia física, y hasta ahora permanecía en la cárcel de Teixeiro, a la espera de los informes forenses esclareciesen los datos e informes necesarios para celebrar el juicio por el que se la acusaba. En su declaración a la Fiscal, reconoció que «merecía un castigo».

La mujer había solicitado información del divorcio

 En el escrito de acusación y deliberación del resultado del jurado apuntaron que la propia acusada reconoció que mantuvo una fuerte discusión con su marido a causa de que este había escondido el testamento de la madre de él, con la cual convivían hasta que falleció hace seis años. La acusada además había preguntado a varios auxiliares de servicios sociales «qué pasaría» si se divorciase de él. Los vecinos de la aldea de O Tercio, donde residía el matrimonio, apuntaron que la relación entre ambos no era buena y que había empeorado desde el fallecimiento de su hijo a causa de la droga hace unos diez años. Desde entonces vivían solos en la casa donde él había nacido, pero no tenían trato con el resto del vecindario de la parroquia.

Tracking Pixel Contents