Sada abre un nuevo concurso para estabilizar la capilla de San Roque tras no optar ninguna empresa al primero

El Concello de Sada acaba de abrir un nuevo concurso para estabilizar la fachada de la capilla de San Roque tras agotarse el plazo de la primera licitación sin que ninguna empresa presentase oferta. El Ayuntamiento fija las mismas condiciones que en el primer concurso: 58.773 euros y dos meses de plazo de ejecución.

Se trata de una actuación de urgencia «para garantizar la estabilidad de la construcción y la seguridad de las personas» tras el agravamiento de las grietas en la fachada. La obra de urgencia que se ejecutará ahora consistirá en la instalación de un sistema de apeo en la fachada tras detectar «graves patologías que amenazan su integridad estructural», recoge la memoria.

A consulta de este diario, el Gobierno local explicó que en los últimos días de plazo llamaron algunas empresas interesadas en ejecutar la obra, por lo que confía en adjudicar los trabajos en este segundo proceso.

Cierre temporal de la capilla de San Roque por obras para garantizar su estabilidad

Por precaución, el Concello de Sada ha clausurado la actividad en esta antigua capilla, reconvertida en 2007 en espacio sociocultural. Operarios municipales han vallado además el frente ante el riesgo de desprendimientos.

Las obras de estabilización constituyen un anticipo de una «intervención global en todo el edificio», según detalla la memoria. Los especialistas que inspeccionaron la capilla consideran necesaria una actuación integral en este edificio para solucionar de forma definitiva los problemas de estabilización.

Recomiendan en primer lugar revisar el proyecto de rehabilitación de 2007 para comprobar si las actuaciones en la cubierta y la disposición de nuevos elementos estructurales de hormigón sobre las fachadas «hubiesen incrementado las cargas sobre los muros agotando la capacidad de respuesta de la cimentación original», dado que se ha detectado un «hundimiento progresivo de la cimentación». Los técnicos destacan que estas deficiencias no son nuevas, sino que ya estaban presentes en 2016, cuando se realizó una intervención «superficial» para sellar las grietas y sanear la fachada.