La cultura árabe se aprende en Arteixo
Aboubakr El-Ghayati llegó hace un año a la localidad a través de un programa del Ministerio de Educación para impartir clases de lengua y cultura árabe en los colegios del municipio. Actualmente da aulas a cerca de 80 alumnos en cinco centros y afirma que prevé quedarse cuatro cursos más

El profesor marroquí Aboubakr El-Ghayati. | Carlos Pardellas
Aboubakr El-Ghayati llegó hace un año a Arteixo después de conseguir una de las 25 plazas que ofertaba el Ministerio de Educación en el año 2023 a través de un programa que busca atraer a docentes de Marruecos al país con el fin de promover la convivencia entre ambas culturas en España. Aboubakr El-Ghayati, natural de la cordillera del Atlas, llevaba diez años impartiendo clases a niños de Primaria en su país, pero reconoce que tenía ganas de «probar algo nuevo y conocer otro sistema educativo».
En la actualidad imparte aulas de lunes a viernes a unos 80 alumnos de cuatro colegios y un instituto de la localidad. «Les doy clase de cultura y lengua árabe a niños y niñas de entre seis y 15 años», explica el docente de 36 años licenciado en Literatura Árabe. «Trabajo con niños de Marruecos, Argelia, Senegal, Siria, España... y veo que a todos les interesa mucho, especialmente porque cada vez conviven en un entorno más diverso», asegura el profesor, que tiene previsto quedarse otros cuatro cursos más en la localidad.
Admite que cuando llegó apenas sabía hablar español y no conocía a nadie en Arteixo, pero enseguida se hizo con el idioma y con sus gentes. «Desde que me instalé en Arteixo estoy yendo a la Escuela de Idiomas, pero aún sin hablar bien español los directores de los coles y todas las familias con las que trabajé me acogieron muy bien», cuenta Aboubakr El-Ghayati, que dice que Galicia le recuerda mucho a su tierra por «el clima y por el verde del paisaje», por lo que él mismo escogió permanecer durante toda su estancia como docente en Arteixo. «En Marruecos tengo mi plaza fija y mi familia, pero me encantaría poder quedarme aquí, porque me siento como en casa», sostiene.
A través del programa educativo en el que participa —un convenio entre el Gobierno español y marroquí que se implantó en los años 80 por el alza de población árabe en España— Aboubakr centra sus aulas en tres ámbitos: el idioma, la cultura y actividades de convivencia intercultural. «Ahora en breve celebraremos el Ramadán y les enseñaré a los niños las costumbres propias de esta festividad», afirma el docente, que dice que cada vez hay más niños españoles con familias de origen árabe, y que es importante que «sepan convivir con ambas».
Otro colegio más interesado
Las clases, que se imparten después del horario lectivo, son gratuitas para todas las familias de los centros que participan. «Otro colegio más se ha puesto en contacto conmigo para ver si puedo dar clases allí», cuenta el profesor, que está «muy contento» de la buena acogida que han tenido las clases, porque reconoce que fue complicado hacerse un hueco entre todas las clases extraescolares de los alumnos. «Mis aulas suelen ser de cuatro a seis de la tarde, pero algún día las cambio en función de las necesidades de los colegios y de los alumnos», explica Aboubkr.
El profesor señala que, en un inicio, la mayor parte de sus alumnos eran de origen árabe, ya que sus familias se mostraron muy interesadas en que sus hijos y hijas conociesen su historia de cerca. «En función del alumnado y de su nivel, hablo más de historia o me centro en el idioma en sí», indica el docente marroquí, que asegura que cada vez más españoles apuntan a sus hijos a sus clases, lo que le parece un «muy buen indicativo» sobre lo «abierta que es la gente», comenta el docente.
Ahora solo espera que los cuatro cursos que le quedan en Arteixo sean de utilidad e interés para muchas más familias y menores de la localidad que quieran conocer más de cerca sus raíces, o las de sus vecinos, desde sus propios centros escolares.
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