Entrevista | Mónica Fernández-Aceytuno Biólogo y escritora

«Al llegar a Oza-Cesuras me di cuenta de que no todo se aprende en la facultad»

La concejala no adscrita, que se involucró en la política municipal con el fin de declarar parque natural el Monte do Gato, presentará su nuevo libro, ‘Mañana es tarde’, este sábado en su «segunda casa». En él trata la belleza paisajística del lugar, además de servir cómo una guía en materia de sostenibilidad

Mónica Fernández-Aceytuno.

Mónica Fernández-Aceytuno. / LOC

Oza-Cesuras

La bióloga, escritora y concejala no asdcrita en el Concello de Oza-Cesuras Mónica Fernández-Aceytuno (Villa Cisneros, 1961) presentará este sábado, 22 de marzo, su nuevo libro, Mañana es tarde, en el restaurante El Moderno de la localidad a las 18.00 horas. Para su octavo libro, centrado en la belleza paisajística de Galicia y de Oza-Cesuras, la tierra que ella considera su «segunda casa», la bióloga deja en un segundo plano el Monte do Gato, el motivo que la llevó a involucrarse activamente en la vida política del municipio, para hacer un repaso y un alegato en favor de los que habitan estas tierras. Con un Premio Nacional de Medio Ambiente, Fernández-Aceytuno dedicó gran parte de su carrera a la divulgación científica, y aunque regresa con nuevos conocimientos, su objetivo es llegar «a los más próximos a mí», asegura.

¿Cualquier vecino de Oza-Cesuras podrá identificarse al leer el libro?

Desde luego. Yo vivo desde hace 30 años en Oza-Cesuras, concretamente en Carraceda, la tierra de mi marrado, y es a mis vecinos a quienes dedico este libro. Además de hablar sobre naturaleza, escribí sobre personas que vivieron y viven aquí. Desde el panadero, hasta personajes como Paco Pita, Antonio el Cesteiro o José do Corgo. Cada página es un homenaje a las personas que habitan las aldeas de Galicia, por eso espero que llegue a la gente.

Llegada del Sáhara hace treinta años, ¿cómo fue su llegada a Oza-Cesuras?

Al principio decidí hacer una casa para veranear después de comprar un terreno. Y, tras una estancia en Alaska volvimos a Oza para dos años y ya han pasado más de 30. Aquí aprendí que existen muchas maneras de vivir, y yo elegí estar unida a la tierra, a los paisajes y los bosques. Escribir desde un lugar como este es muy fácil, porque solo tienes que mirar por la ventana. Me di cuenta de que no todo se aprende en la facultad, sino en contacto con la tierra. La verdad la experimentas en una aldea como la mía.

También se centra en la importancia de la sostenibilidad. ¿Cree que todavía falta mucha divulgación en este sentido?

Desde luego. Al llegar aquí, yo misma me di cuenta de que ni siquiera yo, que soy bióloga y divulgadora, sabía muy bien lo que era la sostenibilidad. Con la bandera de la sostenibilidad estamos viviendo ahora una gran ocupación de los territorios. Y, sin ser un libro reivindicativo en sí mismo, hago una reflexión y un ensayo sobre la importancia de la sostenibilidad para dejar claro cuál es su objetivo y los términos esenciales que le acompañan. Desde saber qué es el capital natural, hasta la transición ecológica, la biodiversidad o la taxonomía de la Unión Europea. Son cosas que influyen en el paisaje y en la vida de muchas personas que habitan el rural en Galicia, pero que casi nadie, yo incluida, sabemos muchas veces de qué va exactamente todo esto. Quería crear una guía para los lectores.

Usted misma, cuando anunció su candidatura como concejala en Oza-Cesuras, lo hacía bajo el alegato de que su objetivo era hacer «el último intento» para declarar parque natural el Monte do Gato . ¿Cómo se encuentra la situación en este sentido?

Siempre me ha preocupado mucho. Ahora mismo estamos a vueltas con el PXOM de Oza-Cesuras. Acabamos de aprobar el proyecto inicial, y una de las alegaciones que haré será incluir las fichas del Monte do Gato, porque son tierras que están inscritas en el catálogo de montes de utilidad pública. Eso quiere decir que forman parte del inventario nacional de patrimonio natural y biodiversidad. Monte do Gato necesita esa protección porque es equivalente al Monte del Pardo de Madrid. Es un monte que está por descubrir. La protección hace imposible la descatalogación, porque es la cabecera hidrográfica de toda la comarca de Betanzos. Ahora nos damos cuenta de la importancia del agua, y es necesario darles valor a territorios como este, repleto además de especies únicas. Mi deseo sería que Monte do Gato fuese declarado parque natural de interés arqueológico por el bien de las especies, de las aguas y también de los propios vecinos. Por eso no deben permitirse proyectos de carácter industrial en la zona. Es muy difícil que en un tema tan delicado como el agua se ponga en peligro todo por una actividad privada industrial. Este lugar tiene especies que no se encuentran en ningún otro lugar, y la biodiversidad es tan importante como el cambio climático, o más. Es un refugio de fauna y de cultura. Los habitantes de un territorio marcan el valor de su cultura y su biodiversidad, por eso debemos darle valor a donde vivimos.

En algún momento pensó en centrar este libro sobre Oza-Cesuras en el Monte do Gato?

En este caso decidí apartar el activismo. Cierto es que me vi un poco tentada a hacerlo, pero lo dejé a un lado porque quería enfocarme en la belleza del paisaje y en nuestra naturaleza. Pensé que no era el momento de ser combativa. A pesar de ello, el libro lo termino con unas palabras dedicadas a este lugar, uno de los pocos donde todavía se oye el sonido del cuco. La belleza no vayas a buscarla, deja que se asome como la luz del sol por el monte do Gato. Es la frase con la que cierro el libro y la única parte en el que lo menciono, pero obviamente lo tengo muy presente en todo momento.

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