Flores y letras por el asesinato de Eulogio

La profesora Sandra Aldao publica un ensayo que indaga en un crimen de 1915 aún rodeado de incógnitas

Ofrenda floral por el asesinato de Eulogio Suárez en A Laracha

Iago López

A Laracha

Sandra Aldao pasó más de una vez por delante del cruceiro de Montemaior erigido en recuerdo de Eulogio Suárez, artesano y maestro de las primeras letras asesinado hace 110 años cuando regresaba de una feria. Nada sabía entonces esta profesora de Coristanco del luctuoso suceso, aún hoy rodeado de misterio y que fue objeto de todo tipo de especulaciones en la prensa de la época. «Supe lo ocurrido de forma casual, a través de una conversación con la nieta, que me dijo que su abuelo tenía una historia muy interesante», cuenta Aldao, que confiesa que el triste final de Eulogio y todas las incógnitas que rodeaban el crimen despertaron enseguida su «vena indagadora», «ese querer saber más»: «Le dije que iba a investigarlo y ahí empezó todo», cuenta.

Sandra Aldao posa con su libro frente al cruceiro. |  Iago López

Sandra Aldao posa con su libro frente al cruceiro. | Iago López

Empezó a tirar del hilo y, poco a poco, fue arrojando luz sobre las zonas en sombra del crimen y de la historia de este latonero natural de Miranda (Avilés), que se asentó en A Laracha tras casarse con Josefa Garda, vecina de Sofán, con la que tuvo diez hijos, de los que solo sobrevivieron siete. Durante años, Eulogio se ganó la vida con sus clases, su oficio y con los ingresos que le deparaba una taberna en Montemaior. Su apacible vida se vio truncada por la prematura muerte de su esposa y pocos años después, el 28 de marzo de 1915, fue él quien encontró la muerte de vuelta a casa, en un camino de Casás Longos.

Las pesquisas de Sandra Aldao permitieron localizar el acta de defunción, corregir algunas imprecisiones recogidas en las informaciones de la época y también despojar a la historia de algunas «fantasías» fruto del boca a boca.

Pero La ruta de Eulogio, como se titula este ensayo editado por Cuatro Hojas, es mucho más que la crónica de un crimen. Su autora aprovechó el suceso para rescatar un trocito de la historia de A Laracha y contextualizarla en la época. El libro pone en el foco en el antiguo Camino de Santiago que recorría Eulogio desde su tierra natal Miranda, actualmente en vías de recuperación gracias al trabajo de dos investigadoras. Y conduce al lector hasta el cruceiro en recuerdo levantado en recuerdo de este asturiano, «con unas características muy especiales y distintos a todos los del entorno».

Por las páginas de este libro se cuela también la emigración, el bron, como se denomina la jerga de los caldereros de Miranda, y la leyenda de los clavos de Cristo, muy vinculada a este oficio. «El libro tiene un enfoque muy didáctico pensando en su posible explotación multidisciplinar en los centros, para que los profes puedan abordar cuestiones relacionadas con la lengua, la historia, el arte, el antiguo Camino de Santiago», explica Aldao.

Algo «súper gratificante» para esta filóloga ha sido contribuir a recuperar el topónimo original de Casás Longos, que fue deturpado como Casas Longas, un error que esta escritora ha logrado corregir tras escuchar a los mayores del lugar. Por el 110 aniversario de la muerte de Suárez, la capilla de Santa Margarida de Montemaior acogió ayer una misa de recuerdo y se organizó una ofrenda floral junto a su cruceiro, en la que estuvieron su nieta y bisnietas. Fue antes de la presentación del libro, que podría ampliarse en un futuro con nuevos descubrimientos, dice su autora, que ya está inmersa en otra historia rodeada de misterio.

Tracking Pixel Contents