De Paderne a Marruecos a través del té

La empresa Orballo, emplazada íntegramente en Paderne, trabaja en el lanzamiento de una nueva variedad de infusiones morunas para dar cabida a una variedad poco comercializada en España, la cual esperan poder comercializar por todo el territorio nacional a partir de verano

Joaquín Barral, socio fundador de Orballo, en su plantación de Paderne. |  LOC

Joaquín Barral, socio fundador de Orballo, en su plantación de Paderne. | LOC

Paderne

Lo que comenzó hace casi 15 años como una pequeña empresa familiar interesada en la elaboración de té, logró convertirse en la primera plantación en ecológico de la Europa continental. Pero la marca Orballo, enclavada en el área de la Reserva de la Biosfera As Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, concretamente en el municipio de Paderne, ha decidido dar un paso adelante con el fin de encarar un nuevo reto de cara a este verano: lanzar su primera línea de té moruno compuesto por té verde y hierba buena.

Tomando como ejemplo el té de alga, un proyecto que la empresa de Paderne lanzó al mercado por sus beneficiosas propiedades a nivel muscular, los socios tomaron la decisión de probar con el té marroquí desde su producción de Paderne por la escasa oferta que hay en España. El té de alga, por el que recibieron un premio a la innovación por incluir este fruto de sus costas a sus infusiones, fue una gran inspiración para seguir progresando.

«Buscamos innovar, pero siempre desde la tradición y con el rural por bandera», asegura el ingeniero agrónomo y socio fundador de Orballo, Joaquín Barral, que dice que en el último año contaron con una producción en seco de unas 12 toneladas, de las cuales aprovechan 3.500 kilos, que comercializan por toda España a través de más de más de una veintena de variedades de tés con diversas propiedades.

El equipo, compuesto por 15 personas, trabaja además cada día por incorporar el té en sectores en auge, como el de la cosmética. El socio fundador afirma que el cultivo es también parte del cuidado del entorno, y sostiene que las condiciones que se dan en Galicia, y más concretamente en la comarca brigantina, son muy favorables para este tipo de cosechas. Además de las condiciones meteorológicas, también es importante la materia prima.

La camelia: flor de Galicia y del té

Y es que, siendo la camelia la flor de Galicia por excelencia, Orballo lo tuvo claro. «Todos los tés del mundo provienen de una variedad de camelia, si no viene de la camelia, será una infusión, pero nunca un té», explica Barral, que cuenta que, cuando empezaron, apenas había información al respecto en España por la escasa producción que había. Las camelias llegaron a los jardines gallegos a finales del siglo XVIII como una planta ornamental que se usaba en los pazos, y que, con el paso del tiempo, se convirtió en una planta con diversas propiedades alimentarias y medicinales.

«En nuestro caso optamos por viajar y conocer de cerca el funcionamiento en otros países que exportan la mayor parte de té del mundo, porque veíamos que aquí había posibilidades, así que seguiremos explorando y formándonos», asegura.

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