La Xunta cierra bateas en Sada por el aumento de toxinas paralizantes

Las rías experimentan un sensible aumento de biotoxinas desde hace unas semanas, lo que ha provocado el cierre de las primeras bateas de mejillón, lo que permitía augurar la llegada del esperado afloramiento costero primaveral. Y prueba de ello es Sada, que se ha visto obligada a cerrar bateas por la detección de estas toxinas. Ahora puede confirmarse que ese afloramiento, con el episodio tóxico que arrastra, parece consolidado, aunque avance a un ritmo menor de lo previsto.

A los cierres de bateas iniciales, derivados del aumento de células de «Dinophysis acuminata», el dinoflagelado causante de toxinas lipofílicas como la diarreica (DSP, por las siglas en inglés de Diarrhetic Shellfish Poison), se suma un aumento notable de niveles de «Alexandrium», que es, junto al «Gymnodinium catenatum», origen de la toxina paralizante (PSP, Paralytic Shellfish Poison).

El Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar), que hace una semana cerraba a causa de las lipofílicas las bateas de Sada, en la ría de Ares-Betanzos, confirmaba este miércoles que también están inoperativas debido a la PSP.

Sucede después de que en esas aguas se detectara un «incremento significativo» de «Alexandrium», tal y como consta en el «Informe técnico sobre identificación y cuantificación de fitoplancton tóxico en agua de mar».

Ese documento, emitido a la una de la tarde del miércoles, surge de los resultados analíticos realizados por el Intecmar con muestras tomadas en las estaciones oceanográficas de Sada y Arnela, mientras que en la de Lorbé, también en Ares-Betanzos, lo que se aprecia es un aumento de «Dinophysis», lo cual confirma el «cóctel» de biotoxinas que entra por el Norte.

Precisamente la «Dinophysis» es la que amenaza ahora a la producción bateeira de las Rías Baixas, la cual, cabe remarcar, está bajo mínimos en esta época del año, debido a los desoves del mejillón y la habitual caída de pedidos en la «campaña de Italia».

Esos dinoflagelados causantes de la toxina diarreica han experimentado un «incremento significativo» en las estaciones oceanográficas conocidas como Liméns, Boca Sur, Samil, Baiona y Estación Fija, todas ellas en la ría de Vigo.

Aumento de niveles que también se aprecia en las estaciones de Aldán, Cabalo de Bueu, Aldán Interior y Bueu, todas en la ría de Pontevedra y las dos últimas presentando también un ligero aumento de «Alexandrium».

Asimismo, las toxinas lipofílicas también parecen querer abrirse camino en Muros-Noia, donde se han detectado ligeros incrementos en las estaciones de Esteiro, A Creba y Centro da Ría. La única ría que por ahora permanece totalmente «limpia» y exenta de eso que popular, pero erróneamente, se conoce como «marea roja», es la de Arousa.

Los últimos análisis del laboratorio de referencia asentado en Vilaxoán, dirigido por Covadonga Salgado, confirman que en aguas arousanas las células se mantienen dentro de los parámetros permitidos.

De ahí que todos sus polígonos bateeiros sigan abiertos. Al igual que están operativos los doce existentes en la ría de Vigo.

Por contra, está prohibida la extracción de mejillón en los dos de Ares-Betanzos, el de Baiona, el Muros C y dos de los ocho existentes en la ría de Pontevedra, el Bueu A2 y el Bueu A1.