La obra en el talud de Oza, sin empezar un año después de su adjudicación

La Consellería de Infraestruturas contrató los trabajos en abril del pasado año por 1,14 millones y fijó un plazo de ejecución de diez meses, por lo que ya deberían estar finalizados

Carteles que anuncian la obra junto al talud del tren en Oza-Cesuras.

Carteles que anuncian la obra junto al talud del tren en Oza-Cesuras. / LOC

Oza-Cesuras

La Xunta adjudicó hace ya más de un año, en abril de 2024, la obra de mejora de la seguridad en la AC-840 a la altura del talud de la vía del tren en Oza-Cesuras, pero a día de hoy, el único indicio de estos trabajos es un enorme cartel que informa de la adjudicación de los mismos a Construcciones y Obras Taboada y Ramos por 1,14 millones.

Se trata de una actuación reclamada insistentemente por el Concello de Oza-Cesuras, que esperaba ver materializado este paso seguro bajo la vía como premio a la fusión. El Ministerio de Fomento se comprometió hace ya más de diez años a estudiar una solución como recompensa a la alianza de Oza dos Ríos y Cesuras, pero finalmente fue la Axencia Galega de Infraestruturas la que diseñó una alternativa para garantizar la seguridad de peatones y ciclistas que pasaba por crear un acceso peatonal con rampas a ambos lados del paso bajo el ferrocarril.

La exconselleira de Infraestruturas Ethel Vázquez anunció que los trabajos comenzarían en la segunda quincena de mayo de 2024 y finalizarían en 10 meses, por lo que la obra ya debía estar ejecutada. La tramitación de los permisos con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha demorado esta actuación, que sigue sin plazos y que podría tener que modificarse si no se alcanza un acuerdo entre ambos organismos.

Proyecto autonómico

La solución diseñada por la Axencia Galega de Infraestruturas para garantizar el paso en condiciones de seguridad de los viandantes pasa por habilitar un paso exclusivo para peatones y ciclistas de 128 metros de longitud y con un ancho variable de 2,5 a 4 metros. Se trataría de un itinerario diferenciado de los carriles de circulación y con conexión con las aceras a ambos lados del paso bajo el ferrocarril.

La senda tendría dos tramos diferenciados: una rampa paralela a la vía del tren para salvar la altura entre la cota de entrada del paso y la del vial de servicio y que se sostendrá con un muro de hormigón armado lateral y un paso bajo el tren con una estructura de hormigón armado de 22 metros, dividida en dos módulos. El itinerario continuaría paralelo al talud existente hasta el camino de servicio que empata con la AC-840.

Este diario preguntó hace unas semanas a la Consellería de Infraestruturas por el motivo del incumplimiento de los plazos sin obtener respuesta.

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